La pérdida de masa ósea es un proceso que se suele iniciar a partir de la cuarta década de la vida, de una manera progresiva. Las mujeres (personas de sexo femenino al nacer que tienen ovarios) pasan por un período de pérdida de masa ósea acelerada, durante la menopausia.
Lo anterior las hace más susceptibles de padecer fracturas.
En USA, alrededor de un 50 % de las mujeres tendrán una fractura osteoporótica en algún momento de su vida. La más peligrosa, la de las caderas. La mitad de las pacientes que sufren una fractura de cadera, no sobreviven al primer año posterior a la fractura.
La osteoporosis aparece cuando la pérdida de hueso, supera su nueva formación. se estima que las mujeres pierden un tercio de su densidad mineral ósea, desde la menopausia hasta los 80 años de edad.
Algunas enfermedades son más comunes en las pacientes que sufren fracturas, como la diabetes, las enfermedades del corazón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la patologia tiroidea, la patología paratiroidea, la insuficiencia ovárica, hábitos como el fumar, el abuso del alcohol, los trastornos alimentarios, un bajo índice de masa corporal, la historia familiar de osteoporosis, medicaciones como los protectores gástricos, los esteroides y algunos antidepresivos, pueden contribuir a la pérdida de masa ósea.
Toda mujer debería realizarse una densidometria ósea, a los 65 años de edad, así como las que tengan factores de riesgo antes de ésa edad. Con controles cada 2 ó tres años, o más si los resultados son normales y no se tienen factores de riesgo.
El diagnóstico de osteoporosis se hace por densidometría o por la presencia de fracturas patológicas. en casos en que el T escore sea menor de – 2,5. Un Z escore menor de 2 debe hacer sospechar de una causa secundaria de osteoporosis.
Ante el diagnóstico se han de hacer pruebas de laboratorio, En pacientes que refieren disminución de su estatura, se debería hacer una radiografía de columna vertebral, la presencia de fracturas vertebrales, ya establece el diagnóstico de osteoporosis, y coloca a la paciente en un alto riesgo de fracturas a futuro.
Todas las mujeres deberían tomar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D. Además evitar fumar y evitar el alcohol en exceso; se les recomienda, hacer ejercicios que impliquen cargar peso y de fuerza muscular, se sugiere además algún tipo de entrenamiento de balance como yoga o pilates y medidas para prevenir caídas.
Cuando el riesgo de fractura está aumentado, se recomienda el tratamiento farmacológico. Estas son las pacientes que han tenido fracturas vertebrales o de cadera, las que tienen un T escore, menor de 2,5 y las que usando la herramienta de cálculo de riesgo FRAX, tienen un riesgo de fractura osteoporótica de un 20 % o un riesgo de fractura de cadera de más de un 3 %.
Para el tratamiento inicial en osteoporosis de la postmenopausia, se recomienda los bifosfonatos orales. La vía endovenosa puede usarse en pacientes con contraindicaciones para el tratamiento vía oral. La alternativa es el denosumab. En pacientes con alto riesgo de fractura, se pueden usar los tratamientos parenterales de entrada, incluyendo además de los dos ya mencionados, el teriparatide, abaloparatide o romozumab.
En pacientes con riesgo de cáncer de mama se podría aprovechar el efecto protector de los moduladores de receptor estrogénico, así como en las que tengan contraindicación para el uso de alendronatos o denosumab; siempre y cuando no tengan riesgo aumentado de trombosis.
La terapia estrogénica de reemplazo se puede usar en pacientes con menos de 10 años de inicio de la menopausia, que además tengan síntomas vasomotores o de atrofia genital. Requieren de una evaluación de riesgo beneficio individualizada, se deben evitar en pacientes con historia de cáncer de mama, infarto o accidentes vasculares. Al suspender la terapia puede ocurrir una pérdida importante de la masa ósea, a tener en cuenta.
La calcitonina en spray nasal disminuye el riesgo de fracturas vertebrales, pero no el de fractura de otras localizaciones.
La monitorización del tratamiento se puede hacer con densidometría cada 1 o 2 años, y el uso de marcadores de laboratorio, puede servir para evaluar la adherencia al tratamiento.
En caso de falta de respuesta al tratamiento se deben descartar causas adicionales secundarias de osteoporosis, aparte de la menopausia.
Si el riesgo de fracturas baja, un descanso de la terapia con bifosfonatos después de 5 años de tratamiento puede plantearse. En las pacientes con alto riesgo de fractura, el tratamiento puede mantenerse por 10 años. Durante el descanso se deben controlar los marcadores de osteoporosis y la densidometria. Reiniciando el tratamiento si el riesgo de fractura aumenta.
La referencia a un especialista en osteoporosis, se recomienda si ocurren fracturas anormales en pacientes con densidometria ósea normal, si persisten las fracturas o continúa la pérdida de la masa ósea, durante el tratamiento de la osteoporosis, o las que tengan osteoporosis sin causa aparente, a una edad temprana.
La presente información no sustituye el buen consejo de un profesional sanitario de su confianza.
FUENTE: ContemporaryObgyn.net
Imagen de libre distribución tomada de PIXABAY
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