Otro grupo de dispositivos intrauterinos, son los que liberan una pequeña cantidad constante de un derivado de la progesterona, que en teoría actúa sólo dentro del útero sin efectos generales.
Tienen varios mecanismos de acción, hacen que el moco cervical se haga denso, lo que físicamente puede bloquear el paso de los espermatozoides para que se encuentren con el óvulo; éste efecto ofrece protección adicional contra los embarazos fuera de la matriz (ectópicos).
Además, el progestágeno impide que el endometrio crezca y se prepare tanto para capacitar algún espermatozoide que logre pasar, como para recibir algún óvulo que haya podido ser fecundado. Mecanismo similar al de los DIU de cobre, por una vía diferente.
El efecto en evitar la proliferación del endometrio, lleva a que las reglas cada vez sean más escasas e inclusive que no se produzcan, consecuencia que en pacientes con reglas abundantes, puede ser deseable y de hecho constituye una de las indicaciones de su uso.
Las desventajas, requieren de personal especializado para su colocación, pueden causar dolor pélvico o inflamación pelviana, aunque con menos frecuencia que los DIU de cobre.
La falta de regla suele ser una preocupación en algunas pacientes. Y a veces se puede presentar un sangrado escaso que puede ser incómodo por lo impredecible y cuando se presenta suele ser auto limitado. Por lo demás su perfil de seguridad y reversibilidad es excelente, ideal para pacientes con reglas abundantes, las que no hayan tolerado los dispositivos de cobre por sangrado, o las que deseen un método reversible por largo tiempo; o inclusive, como alternativa a la esterilización quirúrgica.
Existe una presentación de aparición reciente más pequeña con la indicación para pacientes que no hayan estado embarazadas lo que mejora su tolerancia.
Igualmente las usuarias deben concurrir a los controles pautados para diagnosticar, la posibilidad de desplazamiento con el tiempo, igual que se recomienda con los DIU de cobre.
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