Una dieta vegana, la baja exposición al sol, la piel oscura, la edad avanzada, las enfermedades digestivas, la obesidad o la intolerancia a los lácteos, pueden llevar a una deficiencia de vitamina D. Esta vitamina se produce en la piel con la exposición solar (sin protector), está presente en algunos alimentos, como la yema del huevo, las carnes, las vísceras como el hígado, algunos pescados grandes y en los lácteos enriquecidos con ella.
Es una vitamina necesaria para fortalecer los huesos, su falta se relaciona con el raquitismo, una enfermedad que causa deformidad ósea, sin embargo la investigación continua, nos enseña que está relacionada además con otros problemas de salud.
Su deficiencia se puede relacionar con dolor óseo y debilidad muscular, aunque su falta puede pasar sin ser notada y aún así se puede relacionar con problemas de salud, como la enfermedad cardiovascular, el deterioro cognitivo en adultos mayores, asma severa en niños e inclusive con mayor riesgo de padecer cáncer.
Además su suplemento puede jugar un papel en la prevención y tratamiento de una serie de condiciones como como la diabetes, la hipertensión y la esclerosis múltiple.
La deficiencia de vitamina D, se puede confirmar con una analítica de sangre.
Con frecuencia la exposición solar, sugerida como 15 minutos dos o tres veces por semana, en cara y brazos o zonas equivalentes, evitando el sol del mediodía, y sin protector solar, no suele ser suficiente y con frecuencia se requiere suplemento, para restablecer los valores normales.
FUENTE: WebMD
Imagen tomada de Webconsultas
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