La anencefalia, el encefalocele y la espina bífida, son malformaciones congénitas que pueden ser prevenidas con la suplementación de ácido fólico, desde antes del embarazo.
Se recomienda comenzar su suplementación, desde al menos un mes antes de que se desee el embarazo y mantenerlo al menos durante los primeros tres meses de gestación.
En cuánto a qué cantidad suministrar, depende de varios factores, las pacientes sin riesgo, las dosis de 400 a 800 mg día, podrían ser recomendables.
Las pacientes con riesgo aumentado de defectos del tubo neural, que son, las que tienen un antecedente familiar de primer grado o segundo grado, que hayan tenido uno de estos defectos, las que ingieren bajas cantidades de ácido fólico en su dieta normal, como las de grupos sociales desfavorecidos, las pacientes con sobrepeso, las diabéticas pregestacionales mal controladas; se suelen recomendar dosis de 800 mcg a 1 mg.
Las pacientes que han nacido con algún defecto del tubo neural y se embarazan o que han tenido un embarazo previo con defectos del tubo neural, o las que reciben tratamiento con algunos medicamentos como el methotrexate, o antiepilepticos como la carbamazepina o el ácido valproico, la actualización de las guías americanas, recomiendan dosis de 5 mg dia de suplementación, Recomendación que está siendo revisada, por detectarse algún riesgo con éstas dosis altas en estudios, no confirmados.
En resumen, las dosis recomendadas de ácido fólico antes y durante del embarazo varían según factores de riesgo, algunas pacientes pueden requerir dosis más altas de éste complemento, para prevenir efectivamente, los defectos del tubo neural.
FUENTE: Univadis
El presente post, no sustituye el buen consejo de un profesional sanitario de su confianza.
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