Las náuseas y vómitos durante el primer trimestre del embarazo, son una causa común de malestar, y suelen relacionarse con embarazos que van desarrollándose normalmente. Con medidas generales, como comer en pequeñas cantidades y frecuentemente, tratando de no mezclar sólidos con líquidos en cada ingesta, ingiriendo alimentos fríos y dulces. A veces con alguna infusión de jengibre o cápsulas de jengibre, pueden ayudar a asentar el estómago y alguna medicación, que es segura en ésta etapa puede emplearse cuando las medidas generales no funcionan.
La mayoría de las veces no pasará de un estado transitorio, sin consecuencias a futuro para el embarazo.
A veces el cuadro se agudiza y algunas embarazadas, pueden requerir su ingreso, para suministrar medicación o hidratación parenteral, se llama hiperemesis gravídica, se han de descartar otras causas de vómitos. Algunas embarazadas incluso vomitan más allá del primer trimestre.
En un estudio observacional holandés, publicado en el European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Medicine, se pudo apreciar un mayor riesgo de presentar, parto prematuro, bajo peso al nacer, desprendimiento de placenta e ingreso del recién nacido a cuidados neonatales, en pacientes con hiperemesis gravídica, comparadas con las embarazadas que no presentaron hiperemesis.
El estudio resalta la necesidad de que las pacientes que presentan, nauseas o vómitos durante el embarazo sean evaluadas y en los casos que lo ameritan reciban soporte y tratamiento médico adecuado.
Es de hacer notar que la mayoría de las embarazadas con hiperemesis tendrán un embarazo que terminará bien, el concepto de riesgo no establece una relación de causa efecto, si no de probabilidad.
Este post no sustituye el buen consejo de un profesional sanitario de su confianza.
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