Los micronutrientes juegan un rol importante en la función del sistema inmunlógico y su modulación.
Los antioxidantes aumentan la función de las células del sistema y la producción de un tipo de interleukina (2) de efectos reguladores de la 6 y la 10 que son las relacionadas con mal pronóstico de la enfermedad.
La vitamina D es importante en la protección del tracto respiratorio, en la destrucción de los virus, y reduciendo la producción de citoquinas, disminuyendo la probabilidad de la tormenta de citoquinas responsable en gran parte de los cuadros severos. Su déficit se agrava por el confinamiento recomendado para prevenir la diseminación del virus.
El zinc a su vez tiene un efecto inhibitorio en la enzima que replica el virus (RNA Polimerasa dependiente del SARS COV 2).
Algunas condiciones además pueden agravar los déficits nutricionales en personas susceptibles, como los problemas para masticar, discapacidades físicas y trastornos cognitivos.
Se pueden recomendar complementos con estos micronutrientes, sin embargo tal vez sea mejor obtenerlos de una dieta adecuada y balanceada. Como ocurre con nuestra dieta mediterránea.
Otros factores pueden condicionar una mala nutrición, relacionados con la pandemia, el confinamiento en sí afecta, la calidad de los alimentos y la planificación de las dietas. El aburrimiento y el estrés pueden condicionar un aumento de la ingesta calórica, principlamente carbohidratos, que además se autorrefuerzan con el aumento de la secresión de serotonina que producen, lo que alivia el estrés. Evitar los azúcares elaborados y usar fuentes naturales como las frutas y los cereales, puede ayudar.
Tomado de: New Microbes and Neu infections. Volumen 38 Numero C NOVIEMBRE DEL 2020
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