Se trata del descenso del útero, la vejiga o el recto, a través de la vagina, constituyendo una especie de hernia, que algunos autores relacionan con «uno de los precios que pagamos por la bipedestación».
Es una patología relativamente frecuente, que se relaciona con los partos y con la postmenopausia, su origen está en el debilitamiento de las estructuras de sostén de éstos órganos, por partos previos o por atrofia, o en la disminución de la masa muscular, secundario a la edad y/o al déficit de estrógenos de la menopausia.
Se suele relacionar con síntomas molestos, que afectan la calidad de vida, como la incontinencia de orina, sensación de bulto en la vulva, necesidad imperiosa de acudir al lavabo a orinar y menos frecuentemente, incontinencia fecal, o lo opuesto, dificultad para evacuar el intestino.
El manejo del prolapso de órganos pélvicos, comienza con su prevención, previsión de desgarros perineales en el momento del parto, reparación adecuada en el momento en que los haya, rehabilitación de estructuras pelvianas en el postparto, ejercicios hipopresivos, pilates, yoga. Algunos tratamientos sugeridos que por lo novedoso, esperan validación de la evidencia como la suplementación dietética de colágeno hidrolizado en el puerperio y la terapia con láser vaginal en los casos de flacidez vaginal a los 6 meses postparto. En la menopausia el uso de estrógeno local y las terapias de regeneración vaginal pueden ayudar en mejorar los síntomas cuando el cuadro no es severo, en los casos severos se pueden utilizar pesarios, de los que existen varios tipos, una especie de prótesis que se coloca en la vagina y retiene la estructuras en su sitio, sobre todo en personas de edad que no deseen tratamiento quirúrgico o que tengan alguna contraindicación.
En el tratamiento específico, la rehabilitación juega un papel central, ejercicios de suelo pélvico en pacientes jóvenes suele mejorar bastante la condición. Y están los tratamientos quirúrgicos, que incluyen técnicas que en ocasiones, requieren la sustitución de estructuras de sostén con material protésico, técnicas y materiales que se encuentran en constante evolución, afortunadamente éste enfoque que incluye técnicas quirúrgica complejas, suele resolver satisfactoriamente la mayoría de los casos.
Pueden requerirse combinación de terapias, y manejo profesional en equipo por lo cual se suelen promover la creación de unidades de especialistas enfocados en el manejo de esta compleja patología.
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