En la parte I de ésta entrega quedaron unas preguntas pendientes de respuesta:
- ¿Qué conductas sexuales predisponen a la infección por VPH?
- ¿Que puedo hacer para evitar infectarme?
- ¿Si ya tengo el virus. ¿Que opciones tengo para evitar males mayores?
- ¿Mi pareja ha de tomar alguna precaución?
- ¿Cómo sé si mi pareja tiene la enfermedad?
- ¿El virus me lo transmitió él a mi o yo a él?
La infección por VPH se transmite mediante las relaciones sexuales, el motivo es que el virus es muy débil para sobrevivir fuera del cuerpo por lo tanto hace falta un contacto intenso y directo para que se produzca la infección de un individuo susceptible. Todas las enfermedades de transmisión sexual, comparten la misma epidemiología, suelen suceder en personas que tienen múltiples parejas o en parejas de personas con múltiples parejas que además no tomen precauciones para evitar la infección como es el uso del preservativo.
La evolución de la enfermedad puede tardar décadas, lo que quiere decir que el o la causante de la infección puede no ser la pareja actual, no necesariamente la infección que se detecta en un momento dado en la clínica se deba a alguna infidelidad reciente, la infección pudo haberse contraído lustros atrás. Tampoco se puede descartar la primera posibilidad y tal vez no halla forma de saberlo, además los estudios demuestran que la evolución de la enfermedad en cada individuo, es independiente de la evolución de la enfermedad en la pareja. Lo que quiere decir que la tendencia actual es que si la pareja no presenta lesiones, tal vez no sea necesario que se realice pruebas. Ya explicaremos los motivos a continuación.
El mejor consejo para evitar la infección es llevar una vida sexual sana, es decir conocerse en pareja, respetarse mutuamente y en el caso en que ello no sea posible, el uso del preservativo.
Existen dos vacunas en el mercado que de momento sólo son preventivas es decir no sirven para tratar la enfermedad, y están dentro del esquema de vacunación de muchos países europeos y de América, estas vacunas contienen unas cepas específicas del virus, las más comunes, y dan protección adicional contra otras cepas del mismo virus. Oficialmente estarían indicadas en jóvenes o niñas menores de 25 años, mejor antes del inicio de la vida sexual. Aunque las indicaciones de los laboratorios varían, por lo cual es conveniente consultar con su médico de confianza, antes de decidir inmunizarse a cualquier edad, para establecer si la relación de beneficio, riesgo costo se aplica a su caso en particular. Una vez diagnósticado el virus, la vacuna tiene una utilidad teórica, aún no demostrada, se piensan que puede proteger contra la reinfección de una cepa distinta del virus. esto de momento se habria de confirmar y habría de esperar estudios serios en curso para confiramr con evidencia esta ventaja teórica.
El diagnóstico de la infección por HPV, se suele hacer por un resultado de citología de seguimiento de rutina que pone en evidencia cambios en las células que lo sugieren, dependiendo del tipo de alteraciones se realiza una prueba que establece la presencia del virus y cuya única utilidad es saber qué seguimiento se le ha de hacer a la paciente con ésas alteraciones. El resultado de la prueba positiva o negativa no tiene ninguna otra connotación, la paciente no tiene por que sentirse estigmatizada o marcada, por ser portadora de un virus al cual la mitad de la población ha estado expuesta.
La única preocupación de la paciente con la infección, habria de ser concurrir a los controles que le paute el personal sanitario que la lleva con la frecuencia indicada.
Si un miembro de la pareja tiene el virus lo mas probable es que el otro miembro de la pareja igualmente haya estado expuesto a él, la presencia o no de lesiones es lo que condiciona la necesidad de ser evaluado para tratar lesiones evidentes.
El origen primario de la infección suele ser difícil de establecer, obviamente si la persona que tiene la infección ha tenido una sola pareja, el origen es obvio. Pero la mayoría de las personas han tenido alguna o algunas parejas antes de tener una pareja estable lo cual dificulta establecer un hecho que además no tiene consecuencias para el manejo.
Para terminar es importante asegurar que si se siguen los controles pautados es poco probable que se generen males mayores.
Para otra entrega hablaremos un poco de la relación de ésta infección con el cáncer de cuello del útero. Recuerden que si tienen alguna duda pueden contactar con el formulario siguiente:
Recuerden que estos comentarios no substituyen los buenos consejos que puedan hacerle un profesional de su confianza.
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