La sociedad está diseñada para que se imparta justicia (a veces), es decir que si alguien imparte o es responsable de algún daño, lo ha de pagar, para eso existen los tribunales, instituciones que sirven de árbitros y que establecen si ha habido algún error en un profesional que haya causado un daño a un paciente, y que por lo tanto ése daño en justicia tenga que ser resarcido.
La medicina constituye un arte que implica cierta vocación, en sus tiempos de lucidez, un reconocido presidente de la Federación Médica Venezolana, dijo una sentencia en una lucha (¿Cómo si no? ) cuando las autoridades del Fondo Monetario Internacional obligaron a hacer recortes en salud y se intentó y logró rebajar el salario a los médicos que ya era bajo (¿Les suena parecido a algo? pues esto ocurrió hace 20 años en mi país de origen). En ése marco mientras todos los gremios luchaban por mantener sus contrataciones colectivas, el Dr. en cuestión que es psiquiatra, al comparar a los médicos con otros colectivos resumió en una frase, la realidad de la profesión:
«Los Médicos no somos mejores ni peores que otros profesionales, somos diferentes»
Con éstas palabras se refería a que las decisiones que se toman día a día, algunas de vida o muerte afectan y en mucho las vidas de las personas que tenemos en nuestras manos, sin distinción de clases, etnias, orígenes o colores.
Y es que aún poniendo tu mejor empeño, aún revisando y planteando diagnósticos diferenciales, aún re-examinando el paciente y sus resultados, lo cierto es que entran demasiadas variables, en juego que afectan el proceso salud enfermedad y no todas son controlables, por ello sólo nos queda hacer nuestro trabajo lo mejor posible y esperar que el resultado final sea el esperado, informar ala paciente que si no tiene la mejoría esperada en el tiempo indicado que vuelva para confirmar de nuevo el proceso, y replantearse opciones, buscando ese restituir el estado de salud a un enfermo que pone su salud en nuestras manos.
Los resultados no esperados, son fuente de demandas legales, porque dentro del proceso de duelo, que consta de 4 fases esenciales, la primera la negación: «esto no es verdad, no me está pasando a mi». Segundo la ira: «Vaya mierda, que putatada, no es posible» luego la culpa: «¿Fué algo que hice mal?, ¿El médico hizo algo mal ? ¿es un castigo por no haber hecho caso ? y luego la aceptación. La mezcla de la fase de ira con la de culpa hace que la cabeza visible del médico sea una de las favoritas en éste proceso para ser demandado. Se intepreta que si el resultado no es el esperado es culpa del médico que seguro que hizo algo mal.
El post viene por una publicación aparecida en Medscape, el conocido portal médico, mi favorito y el de muchos médicos que buscan mantenerse actualizado en el estado del arte de su especialidad, lo recomendiendo el artículo es el siguiente:
Lawsuits: ‘It’s Not All About the Doctor’
Disclosures October 22, 2013
- Establezca un sistema para evaluar el resultado de las pruebas solicitadas: Puede suceder que las pruebas solicitadas se archiven en el historial y si el paciente tarda en regresar un resultado importante no sea visto hasta que haya pasado mucho tiempo cuando la enfermedad haya avanzado.
- Firmar los consentimientos informados después de haber aclarado las dudas con el profesional competente.
- Evite hacer preguntas al paciente en relación al procedimiento a realizar que exijan respuesta de «si o No»: Mas bien preguntar ¿Me explicado bien? en vez de ¿Ha entendido bien?. Esto hace que el paciente sea mas participativo al momento de contentestar.
- Evite que la recepcionista o la persona que atiende el teléfono si no es personal calificado haga recomendaciones terapéuticas.
- Trate que las personas que esperan lo hagan de la manera más confortable posible.
- Permita a los pacientes llenar un questionario de satisfacción de la atención recibida.
- Haga que la interacción por via telefónica sea lo menos molesta posible.
- Preste atención al paciente conflictivo , retirelela audiencia, hagalo esperar en un cubiculo diferente o aíslelo del resto de los pacientes de la sala de alguna manera, invitelo a salir y que le deje el móvil ya le llamarán cuando le toque su turno. este tipo de pacientes crea mal ambiente y se transmite al resto de pacientes que esperan. Trate de conocer qué espectativas tiene éste paciente en particular sobre los servicios que usted ofrece, muchas veces se trata de personas con especttivas irreales. Explicarles la realidad suele ser suficiente.
En resumen:
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