Una revisión reciente publicada en el American Journal de Obstetricia y Ginecologia, llama la atención sobre la fiebre que se asocia al uso de anestesia peridural en el trabajo de parto.
Hasta una cuarta parte de las pacientes que reciben anestesia peridural para un parto, podrían, presentar elevación de la temperatura corporal. Dos meta análisis han demostrado que se trata de un evento clínico, que es poco probable que se relacione con un error de selección de pacientes.
Los mecanismos no están bien establecidos, se teoriza sobre la posibilidad del de un proceso inflamatorio estéril, no infeccioso, que se relaciona con el trabajo de parto, asociado al efecto bloqueante del anestésico local , en la liberación de citoquinas antipiréticas, de los leucocitos circulantes. O un bloqueo de los mecanismos termorreguladores por el anestésico local.
Actualmente no existen estrategias para prevenir éste efecto y a veces es difícil de distinguir de otras causas de fiebre intraparto.
La fiebre intraparto debe siempre ser investigada y tratada adecuadamente, esencialmente para descartar la posibilidad de una infección que requiera tratamiento antibiótico específico.
Al parecer la fiebre asociada a la anestesia epidural, no conlleva mayores riesgos para la madre o al futuro bebé.
No existe evidencia que soporte un cambio en la prácticas actuales de analgesia intraparto y una analgesia adecuada debe garantizarse a las pacientes en trabajo de parto, que así lo requieran.
La presente información no sustituye el buen consejo de un profesional sanitario de su confianza.
Deja un comentario