Estamos en pleno rebrote de la infección, de allí la importancia de aclarar la utilidad de las pruebas serológicas en ésta pandemia. La prueba estándar para el diagnóstico de la enfermedad, que es la muestra de PCR tomada de un hisopado, nasal y faríngeo, tiene como principal limitación que el virus tiene que estar presente en la mucosa, muestreada para que la prueba dé positiva, quiere decir que podría estar en otros sitios como en los pulmones o en la vía digestiva y dar negativo para el hisopado nasal.
Surge así la necesidad de detectar a las personas que han estado en contacto con el virus con una prueba adicional que ponga en manifiesto la actividad del sistema inmunológico, estas pruebas darían positivas en el caso de que un individuo, estuviese en contacto con el virus, independientemente de la ubicación del mismo. Sin embargo estas pruebas tienen a su vez limitaciones que explicaremos a continuación.
Dependiendo de la prueba es posible que de positiva si la persona ha estado en contacto con otros coronavirus, como algunos que causan la gripe estacional, además existe una ventana de tiempo de hasta dos semanas desde la exposición al virus para que las pruebas den positivas. Otra limitación de la prueba es que, si dá positiva, es dificil establecer si se trata de una infección reciente o una antigua, todo y que sabemos que las IgM se relacionan con infección reciente y las IgG e Ig A con inmunidad adquiridad antigua. Y la presencia de anticuerpos se ha relacionado con que los individuos sean menos infectantes.
Así mismo, los test serológicos pueden negativizarse tan pronto como en un mes en personas asintomáticas y hasta 3 meses después en personas sintomáticas. Las implicaciones de éstas negativizaciones no están claras de momento desde el punto de vista de respuesta inmunológica ya que puede existir una inmunidad celular efectiva, no detectable por las pruebas serológicas.
Por las razones expuestas, el uso de las pruebas serológicas para detectar la infección temprana es limitado, los anticuerpos suelen aparecer en los casos graves, tiempo después de que las decisiones de tratamiento ya están tomadas. Y en las personas con enfermedad leve, o asintomáticas, las pruebas serológicas pueden dar positivas cuando la persona ya no es infectante. Tal vez donde sí sean de utilidad sea en el cuadro de inflamación multisistémica en niños, que puede estar ligado a un tipo específico de IgM contra el SARS COV 2.
Seguramente las pruebas serológicas tienen importancia en el control poblacional de la infección, vistas de manera individual su aplicación no es tan directa. La respuesta inmunológica de los afectados es independiente de la severidad del cuadro clínico, y un resultado negativo de la serologia no quiere decir que no haya habido infección puesto que los anticuerpos desaparecen tan pronto como un mes después de la misma, sobre todo en pacientes asintomáticos. Esto puede ser un problema a nivel individual para demostrar la infección pasada por motivos se seguro médico o de baja laboral. Desde este punto de vista es importante asegurarse que la prueba serológica sea realizada dentro de la ventana de tiempo adecuada, esta es entre las 3 y 6 semanas, desde la posible exposición, utilizando un test adecuado y optimizado para aumentar la sensibilidad.
Desde el punto de vista poblacional estas pruebas pueden ayudar a detectar población vulnerable con las limitaciones de que los estudios de seropravalencia, detectan la prevalencia de la enfermedad entre uno y tres meses antes de la toma de la muestra poblacional, y la negativización de las pruebas serologicas, estimarán en menos la población afectada, a medida que se aleja en tiempo de la fecha del brote. Se pueden requerir test repetidos, con especificidad optimizada para disminuir los errores en detección en poblaciones con baja positividad de pruebas.
La complejidad de la respuesta inmunológica, no permite simplificar la interpretación de unos resultados serológicos a nivel individual, de allí que los resultados serológicos sean sólo orientativos y no deberían utilzarse como herramientas diagnósticas o pronósticas. Sí, constituyen en cambio, una herramienta valiosa para evaluar la inmunidad poblacional a la infección natural, en la investigación y en la evaluaciòn de la protección que pudieran ofrecer las vacunas actualmente en estudio.
Fuente: S Afr Med J 2020;110(9):837-841. https://doi.org/10.7196/SAMJ.2020.v110i9.15155
Esta información tiene intención meramente orientativa y no pretende sustituir el buen consejo de un profesional sanitario de su confianza.
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