Los síntomas vasomotores son una causa común de molestias en las mujeres después de que se retiran las menstruaciones y en los períodos de tiempo previos del síndrome climatérico. Son los llamados «calores o sofocos» que pueden afectar hasta casi un 70 % de las mujeres que sufren una disminución en sus niveles de estrogenos por cualquier causa.
Se trata de una etapa más de la vida de las personas, donde ocurren cambios en el cuerpo, que implican ajustes en el estilo de vida para superarlos de manera asertiva, así como las que se embarazaron tuvieron cambios en su cuerpo durante el embarazo y durante la adolescencia se notaron cambios que fueron inicialmente perturbadores.
Éstos cambios han de mirarse como una nueva etapa por la cual se transita y no necesariamente implican pérdida de feminidad o de estatus, tampoco significan necesariamente un declive o un deterioro, es cierto que implica pérdida de la posibilidad del embarazo, pero visto de una manera asertiva puede ser la puerta para vivir una sexualidad adecuada y tranquila según cada pareja en particular, hay un principio en fisiología que establece que «la función hace al órgano» (Lamarck), que se aplica en todas las esferas de la vida y también en la sexualidad en ésta etapa, quiere decir que los órganos se adaptan al uso que se les dé.
Dicho lo anterior quería comentar una revisión reciente de la revista Menopause, de julio de éste año y reseñado en MEDSCAPE, donde establecen que la cafeína puede aumentar los síntomas vasomotores, y sugieren que las mujeres que tengan síntomas vasomotores importantes deberían restringir su ingesta. Aunque la ingesta de cafeína se asoció a menos problemas de ánimo y de concentración.
Así mismo el Dr. Faubion de la clínica Mayo, autor del artículo en cuestión, hace las siguientes recomendaciones para las pacientes peri o postmenopausicas que padezcan éstos síntomas, además de limitar el consumo de cafeína:
- Evitar comidas picantes, bebidas calientes y otros posibles inductores.
- Detener o limitar el uso de tabaco y alcohol.
- Vestirse en capas para enfriar el cuerpo quitándose ropa.
- Mantenerse fresca en la noche mediante ropa de cama y de dormir porosa, uso de ventiladores o almoadas refrescantes.
- Considerar estrategias para manejo del estrés como acupuntura, masajes o yoga.
- Mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y mantenerse activa; y
- Considerer terapias medicamentosas hormonales o no hormonales, si a pesar de las medidas anteriores se requieren para reducción de síntomas.
Recordar siempre que el mejor asesor en salud es un profesional de su confianza y que estas líneas no pretender sustituir su buen consejo.
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