Es curioso cómo lo poco a veces, es abundancia, hoy comienzo mis vacaciones yendo a La Cerdeña,
como siempre me levanto temprano, esta vez salí del camarote del barco antes, para sacar a Bongo, nuestro perro de su cabina donde estaba aislado de nuestra familia, por normas de seguridad del barco. No fue un sacrificio especial puesto que suelo levantarme temprano y ya había dormido suficiente, me lo encontré mas profundo que nunca en su sueño matinal, tal vez por la medicación que le dimos que nos indicó el veterinario, o tal vez por que yo estaba mas preocupado que él siendo un Beagle, por cuestiones de raza tal vez esté acostumbrado a las jaulas.
Nuevamente de viaje, rodeado de gente maravillosa y algunos no tanto, gracias a la variabilidad de la especie, puedo ver un tío tumbado en un sleeping bag, con una de las mejores vistas del mundo , yendo hasta el este desde Barcelona, un magnifico amanecer, el globo naranja surgiendo del horizonte marino y como se va limpiando de nubes, hasta que ya no se puede sostener la vista sin que duela en las retinas y sin que quede una mancha azul naranja impregnada en las mismas.
Este tío con su tranquilidad y en silencio disfruta el milagro de la vida que renace cada día a pesar del daño que ocasiona nuestra especie, en una metafora perfecta, que nos idica que la vida nos sobrevivirá,
A un lado una pareja de jóvenes hermanas celebra, la alegría del renacer, cantando feliz cumpleaños, y yo imaginendo alguna manera de hacerle a ésta desconocida su día as especial.
Y en éste marco siento renacer la esperanza por la posibilidad de un mundo mejor, es como cuando te enamoras, sientes que la otra persona siente lo mismo y te vuelves tan loco que te casas y tienes hijos cuando si lo piensas, parece fuera de toda lógica, simplemente por que hay amor y hay esperanza,
Esta pareja de chicas con el novio de alguna, me ofrece café mientras escribo estas lineas me niego, pues no tomo café, una de las cosas que deje de hacer para tratar de dormir un poco más, (ya comenté mi problema de insomnio) y me revienta no haber ido yo antes a buscar un pastelito para celebrar el cumpleaños de la chica homenajeada con éste magnifico día.
De repente el tío del sleping se mueve y está durmiendo con un perro blanco con una oreja caída de mirada simpática, no dejo que Bongo se le acerque para no despertarle, la cubierta está mojada, consigo un espacio seco y me pongo a escribir, mirando la herida que deja en la superficie del mar, de ese Marenostrum tranquilo, la estela del barco que me lleva a mi destino, en otra metáfora de la vida.
De súbito me asalta un golpe de realidad que aborto enseguida, esperando hacer lo correcto, aparecen clichés, prejuicios, en mi mente y temo si no será ostentoso, que me vean escribiendo en este ordenador, esas personas que no conozco, y me digo, tal vez tengan razón tal vez esto de la propiedad privada sea un cliché y entiendo por qué muchas personas me tachan de inconforme, en el mal sentido de la palabra.
Desecho estas ideas que implican juicios de valores y continúo escribiendo, y disfrutando de esta mañana soleada, con la certeza de que sí que hay esperanzas , éstas certeza sólo surte cuando nos alejamos un poco para vivir el amor. Y no puedes más que estar agradecido.
DIA 3:
Hay de todo en esta vida, y un momento para cada cosa, como dice el Pentecostés (Buscadlo en google). Llegamos de la playa un día de sol inclemente en un mar turquesa, en Cala Pelosa, según, una de las mejores de toda Cerdeña, Julian hijo había ido a bucear ( tiene carnet de buzo que se lo sacó este mismo verano), me contó que vio un mero de un metro y medio, gran depredador de ésos arrabales, que al parecer está acostumbrado a los buzos pues ni se inmutó, bajó hasta 20 metros, a pesar de las sugerencias del instructor de Calella, se la pasó bien pero llegó cansado. Mientras tanto lo esperamos en la cala, pagamos 30 euros por unas hamacas y una sombrilla, más 0tros 10 euros de Parking. Mi mujer dice que le gusta la playa pero no es así, detesta el sol y le molesta el agua fría. Así bien que lo soportamos mientras mi hijo buceaba. El paisaje inmejorable, arena blanca fina mar cristalino en unos 6 tonos de azul, comodamente instalados tomando agua y leyendo por segunda vez el señor de los anillos.
Al llegar a casa, nos conseguimos al perro desesperado y a los vecinos más, parece que estuvo ladrando toda la mañana mientras estuvimos fuera, alborotando a todo el vecindario.
Por supuesto nos sentimos mal y nos planteamos alternativas, dejamos a Julian agotado, por la buceada, por cierto el cuento del mero me recordó unas vacaciones en Puerto La Cruz, donde conocimos a un tío gordo que se hacia llamar «el mero», cuando pedimos explicaciones nos dijo: » es que no existen pargos tan grandes». (En Venezuela usan el eufemismo de «pargo» para decir «gay»).
En fin nos fuimos al Aucham (Del campo) de Sassari, un supermecado, hicimos las compras de la casa y como era tarde, cuando llegamos al parking , estaba oscureciendo, y sólo quedaba nuestro coche y algún otro, distante, que ya se iba, cuando se nos acerca un vendedor ambulante, nos saluda, y como yo llevaba una franela de Pamplona con un toro delante, me pregunta «¿españolo verdad?» a lo que respondo que sí, inexactamente, no sin algo de paranoia heredada de Venezuela, se identifica como del Senegal estableciendo un nexo, nos regala unas tallas de madera, pequeñas, una tortuga y un elefante, a las que nos negamos a recibir, pero nos la tuvimos que quedar dada su insistencia, y mi deseo de que se fuese puesto que no dejaba de inspirarme temor, luego nos habla del Ramadán, le pregunta a mi mujer si es italiana, a lo que responde que no, le digo a Teresa que le compre algo con una sonrisa, mientras le digo que es un buen vendedor, nos muestra un cinturón de cuero, y nos dice que cuesta 20 euros, le preguntamos por unos calcetines que son mas baratos, a los que nos dice que nos los regala y además nos regala 3 pulseras de la suerte y un amuleto para el coche, recordé que había leído sobre la hambruna en África que está sobre el tapete en los medios de comunicación, decidimos comprarle el cinturón, a lo que este individuo de un metro noventa de altura y musculoso, nos enseña unos dientes manchados y una mirada de alegría ingenua, se ofrece a cortarlo a la medida a lo que me niego, la idea de un tío de ese tamaño con un cuchillo en mano en un parking vacío y oscuro, sabiendo dónde guardamos el dinero, no me era muy atractiva, le dimos las gracias por el regalo y le deseamos un feliz Ramadán, a lo que volvió la cara y nos regaló una sonrisa.
Y esa es la historia de la pulsera que ahora llevo, de cuentas de plástico negras, con una cuenta roja, blanca y verde, insertadas a intervalos a manera de la bandera de Italia.
Mientras reflexiono que en sus países gracias a un colonialismo de naciones, que fué sustituido por un colonialismo de transnacionales, menos costoso para los países occidentales, y que con la venia de gobiernos locales corruptos y empresas corruptoras y especuladoras, los han hecho más pobres, y explotados décadas después de que acabara oficialmente el colonialismo, pero estos seres explotados no nos guardan rencor, son capaces de sonreir y de ofrecer lo único que tienen, buenos deseos, a los representantes de ése colonialismo, sólo por obtener en una venta lo que ganarían con un mes de trabajo en su sitio de origen. Y los xenófobos europeos que con la crisis, están aumentando tienen los testículos de culparlos de una crisis creada por un sistema que está llegando a su final por agotamiento de sus fuentes de energía, no son culpables estas personas que tendrían todo el derecho de enfrentarnos con violencia, luego de los saqueos a que el mundo occidental les ha sometido, sin embargo como siempre ha sido y será seguramente seguirán pagando los platos rotos.
Me imagino este tío vestido de traje, vendiendo en la bolsa o simplemente en departamento de marketing de cualquier empresa grande, así como éste talentoso vendedor, ¡ cuántas oportunidades se pierden ! cuantos diamantes mueren de hambre, cuántos Renoir, Rembrant, Einsteins, se pierden por falta de oportunidades, somos tan listos que nos damos el lujo de desperdiciar lo que más nos hace falta en tiempos de crisis, talentos, preparados que nos ayuden a salir de éste atolladero, millones de personas se encuentran en estado de pobreza extrema y que hacemos en el primer mundo aparte de culparlos por nuestra crisis ?.

Crónica de vacaciones
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3 respuestas a “Crónica de vacaciones”
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