La infección aguda por citomegalovirus durante el embarazo puede ser causa de discapacidades en el producto de la gestación, la transmisión al feto es más probable cuando la madre sufre la infección por primera vez durante su embarazo, o si es reinfectada por una cepa diferente del virus durante el embarazo, las madres que ya han sufrido la infección ocasionalmente pueden transmitirla a su descendencia.
La infección congénita por citomegalovirus es una causa relativamente frecuente de defectos congénitos, inclusive afecta fetos con más frecuencia que otras condiciones mejor conocidas, tales como el síndrome de down, síndrome de afectación fetal por alcohol o la espina bífida.
Los niños con infección congénita por citomelagovirus, pueden sufrir sordera, pérdida de la visiòn, discapacidades intelectuales, cabeza relativamente pequeña y parálisis cerebral.
No existe una vacuna para prevenir la infección por citomegalovirus, sin embargo dada que su transmisión no es tan fácil, algunas medidas preventivas sencillas pueden disminuir el riesgo de que una embarazada sufra la enfermedad.
El virus se transmite directamente por el contacto con fluidos corporales. Para las mujeres embarazadas el factor de riesgo principal para la infección, es el contacto con niños pequeños, especialmente sus propios niños pequeños.
Se trata de una infección muy prevalente, se ha establecido que aproximadamente el 20 % de los niños pequeños secretar el virus, por su saliva u orina, aún sin tener síntomas de la infección, la transmisión a una persona susceptible suele ocurrir cuando estas secresiones entran en contacto con sus ojos, nariz o boca.
Para disminuir el riesgo de infección las embarazadas deben lavarse las manos frecuentemente, especialmente luego de cambiar pañales. secar mocos, o luego de realizar cualquier actividad que implique contacto con saliva u orina de niños pequeños. Durante el embarazo, las mujeres deberían evitar compartir comidas, bebidas o utensilios con niños pequeños.
Es importante establecer que el citomegalovirus no se disemina fácilmente, por lo que un contacto normal cercano con niños pequeños no debe preocupar a una embarazada, siempre y cuando se cumplan las medidas recomendadas que tienen por motivo evitar el contacto de la orina, saliva o moco del niño, con los ojos , nariz o boca de la embarazada.
Realizar pruebas de rutina para diagnosticar la infección por el virus no es una estrategia recomendada por los expertos, sin embargo la prueba podría plantearse las embarazadas que presenten una exposición aumentada a niños pequeños por motivos laborales o por motivos familiares. En realidad es poco lo que se puede hacer en pacientes infectadas por el virus y que tengan las pruebas rutinarias de evaluación fetal normales.
Las pruebas de diagnóstico en suero pueden ser de utilidad si una embarazada presenta síntomas de una infección viral aguda o cuando se detectan alteraciones fetales en algún ultrasonido.
La mayoría de las mujeres nunca han oído hablar de esta infección por lo que es importante proveer estos sencillos consejos preventivos.
Tomado de Medscape:
CDC Expert Commentary: Help Your Pregnant Patients Avoid CMV Infection
Posted: 10/25/2010
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Categorías:Medicina
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