El articulo de El periódico de hoy que hace referencia al último programa del periodista todo a tono con la tendencia organizativa social actual de los microsistemas, donde es la sociedad la que debe organizarse en valores de colaboración, justicia, rechazo a la impunidad y cambios de paradigmas donde el bienestar pase a ser el principal valor de cambio.
Ya está sucediendo y las palabras de Reverte a quien según la reseña el periodista entrevista al final, que cito textualmente a continuación, pueden parecer pesimistas.. pero son un diagnóstico de una enfermedad cuya solución está dentro de cada uno de nosotros y es hacer lo que haya que hacer para que se haga lo correcto.
Cita textual:
«Pérez-Reverte denuncia que era previsible la situación de crisis actual y que «España es un país maldito históricamente». Pérez-Reverte busca en la historia (su imaginario como escritor) las causas de lo que es España en la actualidad, un clero y una aristocracia «estranguladora», una «casta intocable» que se defiende a sí misma. Unas élites, económicas y políticas, que gobiernan desde hace mucho tiempo. «Siempre han sido los mismos«, advierte el autor de ‘El capitán Alatriste‘. «No siempre hay soluciones, hay mecanismos, aventuras por correr, ¿pero soluciones?», reitera el pesimista Pérez-Reverte. Habrá una nueva generación, que será mejor «ante la certeza de que el desastre estará siempre presente».
A lo que yo añadiría: Si lo permitimos. Cada vez es más dificil que el poder se sirva a si mismo y no tiene que ver sólo con el uso de las redes sociales, se debe a que en general la gente está mejor informada, hay una renovación de la democracia donde la pluralidad pasa a ser la regla, los movimientos poblacionales, homogenizan los conceptos y valores y es más difícil para los que quieren aprovecharse que lo hagan con impunidad, el reto del sistema democrático es que las instituciones resistan las fuerzas coorporativas y económicas y hagan lo justo que además es el camino puesto que son tantos los intereses y tan opuestos que se hace necesaria una mediación social que imparta un mínimo de justicia.
Lo demás es caos y sucede si bajamos la guardia, y las sociedades cuando no obtienen justicia en las instituciones la ejecutan con sus propias manos. Ése tema es más preocupante y debemos llegar a ello.
La presencia de actores como Jordi Évole y muchos otros anónimos en la sociedad, es lo que nos hace creer en la posibilidad de un futuro mejor.
Pero tenemos que cambiar internamente, y tal vez, oir más a nuestras conciencias.
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