Es curioso cómo la vida nos da nuevas oportunidades para enfrentarnos a nuestros demonios y así evolucionar.
Tal vez sea verdad, tal vez todo esté escrito en un plan maestro que tiene como objetivo hacernos evolucionar, o tal vez ese plan sea simplemente la termodinámica de la vida, ya comentada en otra entrada de éste blog, que sería una explicación mas racional para aquellos que como yo tienen una sólida formación científica.
Por la razón que fuese, lo cierto es que a mis casi 50 años, me voy dando cuenta que me enfrento a ciclos que me hacen madurar, entendiéndose como ello, recuperar la paz con que jugaba cuando era niño, (No es una cita mía y no tengo ánimos de buscar su origen ahora). Es volver un poco a lo básico, y recuperar cierta flexibilidad, de repente entender que controlamos muy poco o casi nada y que ello no te cause angustia.
Un poco un camino interior que nos aleje de tantas miserias vivas en tiempos difíciles, siguiendo una vida correcta, con un ánimo correcto, con un trabajo correcto y con una actitud correcta para parafrasear a buda.
En fin es entender un poco que el camino es mas interior que exterior y que no se puede ayudar a quien no quiere o no puede ser ayudado, cuando la necesidad se crea, aparece la solución, así ha sido siempre y así será, esto siempre y cuando surja la necesidad de ella.
Y en esto radica el camino a la paz.
Deja un comentario