Se trata de un grupo de alteraciones del desarrollo de movimientos y de posturas, limitantes, no progresivas, que se originan en el desarrollo del cerebro fetal o infantil. Son trastornos motores, con frecuencia asociados de trastornos en cognición, comunicación, percepción, comportamiento o desórdenes de tipo convulsivo.
Hablamos de la causa principal de minusvalía en la infancia. Las lesiones cerebrales capaces de causar parálisis cerebral pueden ocurrir durante el período fetal, el período neonatal o hasta la edad de 3 años.
Tiene su origen en una anomalía estructural del cerebro, causada por un daño, debido a insuficiencia vascular, toxinas o infecciones, durante el periodo fetal, perinatal o después del nacimiento. O asociado a los riesgos del nacimiento prematuro (antes de las 36 semanas) o postmaduro (después de las 42 semanas); puede ser más frecuente además en embarazos múltiples, retardos de crecimiento intrauterino, en fetos varones, bajo puntaje de APGAR al nacer, infecciones intrauterinas, anomalías tiroideas maternas, exposición de la madre a metil mercurio, deficiencia materna de iodo, asfixia fetal al nacer.
Igualmente de manera teórica, la exposición a contaminantes físicos, químicos o ambientales durante el embarazo, podría afectar el desarrollo de estructuras tan complejas y delicadas como el cerebro fetal.
Lo anterior establece la importancia de un control prenatal, suficiente, frecuente y asertivo, detectando riesgos y estableciendo correcciones detectadas,
La evidencia sugiere que entre el 70 y 80 % de las parálisis cerebrales ocurren durante el embarazo, antes del nacimiento, en muchos casos la causa se desconoce y es muy probable que sea multifactorial.
En el 10 % de los casos de parálisis cerebral, se puede determinar que la asfixia al nacer estuvo relacionada directamente.
A pesar de los avances significativos en cuidados perinatales y neonatales, la incidencia de parálisis cerebral no ha cambiado en las últiimas 4 décadas. En países desarrollados, la incidencia se ubica alrededor de 2 casos por 1000 nacimientos. En países en vias de desarrollo se ha estimado en algo más del doble. Su incidencia real es díficil de establecer ya que muchos casos se diagnostican después del primer año de vida, cuando se comienzan a apreciar las limitaciones motoras.
La mayoría de los casos con un tratamiento y orientación adecuada, podrán llevar a futuro una vida normal.
En resumen se trata de una condición compleja, que la mayoría de las veces se debe a un problema durante el embarazo, que podría tener su origen en la colisión de múltiples factores y cuya incidencia no ha cambiado en las últimas 4 décadas a pesar los avances en medicina materna, fetal, neonatal y postnatal.
Una atención del embarazo y parto adecuadas, podría minimizar éstos factores de riesgo.
Fuente: Medscape: Cerebral Palsy
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