
El virus papiloma humano (VPH), constituye una infección bastante prevalente en nuestra especie, se sabe que la tasa de infectividad se encuentra al rededor del 50 % de la población, aunque podría ser mayor, puesto que se trata de un virus que ha aprendido a convivir con nosotros de manera continua y con frecuencia logra un equilibrio biológico donde el virus sobrevive, y la persona no sufre ninguna enfermedad, esto suele ocurrir hasta en un 90 % de los casos.
La vía de transmisión del virus es la sexual, se trata de un microorganismo muy lábil, es decir que en el medio ambiente pierde su capacidad invectiva (como suele ocurrir con todas las enfermedades de transmisión sexual). Por lo cual es muy difícil que se transmita a través de utensilios que hayan utilizado otras personas o por sentarse en un excusado, o por bañarse en una piscina.
La historia natural de la infección por el virus es bien conocida, el primer contacto, depende del inicio de la primeras relaciones sexuales, lo que es un hecho cultural, digamos que alrededor de la adolescencia, dependiendo del tipo de virus (existen muchas cepas, unas más difíciles de erradicar que otras), de la presencia de enfermedades que debiliten las defensas, presencia de otros factores que favorecen el cáncer como el tabaco, tendencia heredo familiar, puede ser que las defensas no lo erradiquen del todo.
La erradicación del virus puede ocurrir en alrededor de un 90% de los casos, o sea que 9 de cada 10 personas salen libres de ésta infección primaria.
El virus así pasa a formar parte de la célula , y cada vez que la célula se duplica, pues las células hijas tienen el virus en su descendencia. De esta manera el virus coloniza todo el tracto genital, pero los mecanismos de defensa lo mantienen a raya,
Las personas que son incapaces de erradicar el virus, tienen el riesgo de que el virus comience a replicarse, generando unas proteínas que tienen por función hacer que el virus se reproduzca, a la espera de otro contacto sexual que permita su difusión, éstas proteínas pueden hacer que se pierdan los mecanismos que controlan el crecimiento celular, y comiencen a crecer de forma desordenada. Esto suele ocurrir una década después de la infección inicial.
Los cambios celulares, no dan síntomas, por ello son necesarias las campañas de pesquisa, en pacientes asintomáticas, además éstos cambios tardan décadas en producirse, por los que los intervalos de revisiones en pacientes asintomáticas, pueden espaciarse, con el fin de garantizar un uso mejor de los recursos disponibles, éstos intervalos dependen de cada población en particular y se revisan periódicamente.
Se ha de hacer enfásis en que éstos cambios no necesariamente implican desarrollo de cáncer, si no que son lesiones que a veces pueden precederlo, es más, la mayoría de las veces evolucionan a mejoría aún de manera espontánea, el problema está en que hoy por hoy no existe un método fiable de saber cuáles lesiones desarrollarán un cáncer en un periodo de 5 a 10 años y cuáles no. En éste punto todas las mujeres son tratadas como si fuesen a desarrollarlo y así se evita que a alguna se le desarrolle la enfermedad.
Aproximadamente una década después de que aparecen los cambios de crecimiento celular localizado conocido como CIN, éstas células pueden adquirir la capacidad de invadir tejidos cercanos, y sólo entonces es cuando adquieren la capacidad de diseminarse a distancia e invadir estructuras cercanas.
La diseminación de éste tipo de cáncer ocurre por contigüidad, es decir a órganos vecinos inicia en el cuello de la matriz y a partir de allí, se desplaza a vagina, estructuras de soporte del útero, cuerpo del útero ganglios linfáticos regionales , pélvicos , vagina o recto y estructuras distantes, esto ocurre en períodos de tiempo prolongado aproximadamente de una década más.
Como se puede ver éste tipo de cáncer tiene la ventaja de permitir una ventana amplia para su diagnóstico, por lo cual una mujer que se realice pruebas de manera periódica, que no tienen que ser cada año, seguramente nunca padecerá esta enfermedad que puede ser definida, como un fracaso del sistema sanitario cuando se detecta en estados avanzados.
Recuerde siempre que estas lineas, no sustituyen el consejo de un profesional de su confianza.
Preguntas de reflexión:
- ¿Qué conductas sexuales predisponen a la infección por VPH?
- ¿Que puedo hacer para evitar infectarme?
- ¿Si ya tengo el virus. ¿Que opciones tengo para evitar males mayores?
- ¿Mi pareja ha de tomar alguna precaución?
- ¿Cómo sé si mi pareja tiene la enfermedad?
- ¿El virus me lo transmitió él a mi o yo a él?
Responderemos estas preguntas en entregas sucesivas, pero si tienes prisa puedes participar haciéndolas directamente. Un saludo.
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