El ocaso de un sistema…

Imagen tomada de http://www.loqueyotediga.net

Tiempos grises, de orcos y de agotamiento de un sistema, una compañera de trabajo,  me pidió que le explicara sencillamente los motivos de la crisis, que injustamente, sentía que padecía, divorciada, dos hijas a su cargo, que son jóvenes pero que no encuentran trabajo, y ella el único sostén de su casa sin estabilidad laboral.  Está pasando, no son inventos de la oposición, mientras los servicios,  los impuestos,  los cobros del estado, suben,  los sueldos  bajan,  pues hay que hacer recortes, baja el consumo de bienes,  se entorpecen los flujos económicos, las empresas cierran,  aumenta el desempleo, disminuye la estabilidad laboral gracias a  leyes que  facilitan  los  despidos, bajo la visión de que si es más fácil despedir, los  empresarios  tendrán menos problemas en contratar.

Ésto último es válido si la economía va in crescendo, más no si está estancada o va en retroceso. Obviamente el desempleo lleva  a que las personas no compren lo que cierra un círculo vicioso de menor  consumo, menos ventas,  menos trabajo.

Pero ¿Cómo llegamos a esto?.

Lo primero que hay que entender es que el sistema económico que alimenta  nuestra sociedad  de consumo,  está basado en  la utilización desmedida de recursos naturales del planeta,  como  si fuesen inacabables, y ésta es  una premisa falsa. Los recursos cada vez son más difíciles de encontrar y de repente nos damos cuenta  de que no alcanzan para todos, por lo que hay que racionarlos.

Alguien dirá,  pero es ésa no es la causa, fue la burbuja inmobiliaria,  en realidad se trata de lo mismo,  nos pusimos  a especular unos con otros,  los banqueros con la gente de a pié y la gente de a pié entre ella,  en una orgía de consumo que no  paraba y que se autoalimentaba de especulación,  de dinero que no generaba riqueza y que además era fácil de obtener. Si no te hacías rico sin esfuerzo era por que eras imbécil, si bien los  banqueros tienen gran responsabilidad en lo que está pasando  al prestar dinero a personas que  no lo podían pagar. (Por que ésto a su vez le permitía crear dinero en base a un compromiso de pago, que ponían a circular directamente,  con una módica comisión, por supuesto y cobrando primero lo de sus intereses y después  amortizando deuda); la sociedad al perder valores  tradicionales fue cómplice,  ya que  estoy seguro que muchos de éstos cambios no se dan sin  no existe complicidad social.

Y después… pasa lo que pasa.  De repente hubieron más viviendas que las  que la gente compraba,  y al pararse la espiral, la burbuja de especulación inmobiliaria, se desinfló,  (por eso se llama burbuja), y ¿qué paso?.  Que de repente había un montón de dinero en la calle,  que estaba respaldado por obligaciones de pago,  de obligaciones  de pago, de obligaciones de pago,  sin riqueza real.  Pero,  alguno dirá, «los pisos están», si pero fueron construidos con dinero que no tiene respaldo en físico,  estaban respaldados por  hipotecas de personas que  no pueden pagarlas, por que se pensaron que aguantando 5 años con la que tenían, venderían su piso más caro, pagarían la hipoteca y se quedarían con dinero, o  tomarían una hipoteca mayor, con dinero que provenía, de otras hipotecas, sin respaldo en físico.Esto está muy  bien mientras el consumo no se pare,   pero así como,  el planeta no tiene recursos para que todos los seres humanos los despilfarremos de la manera que lo estamos  haciendo,  existe un límite de viviendas  que se pueden construir  para que viva la gente,  llegamos a un punto que por lo menos en España, sobraban millones de viviendas,  ¡Qué locura!.

Al pincharse la burbuja inmobiliaria, el estado (que no tenía deudas), de repente se dio cuenta  de que el dinero que tenían los ciudadanos en sus bolsillos, era papel  y nada más y que los depósitos que había en los bancos, eran números escritos en una  libreta y nada más.  NO EXISTÍA  FÍSICAMENTE  GRAN PARTE DEL DINERO que utilizan los ciudadanos.  Es por ello que tuvo que hacer un RESCATE FINANCIERO, que no fue otra cosa que suministrarle sus fondos  a los  bancos para poder respaldar  el dinero circulante, para que existiera físicamente.

Y es así como un estado rico que no sabía qué hacer con el dinero,  construyendo  trenes de alta velocidad en sitios donde no hay personas que los tome, o  aeropuertos en  sitios donde  no hay pasajeros, de repente se da cuenta  que no tiene dinero  para mantener los servicios básicos,  esto es Justicia,  Salud , infraestructuras y educación.

Y la solución  de los que  manejan el cotarro, no es otra que  si no tienes dinero, haz lo que  haces en tu casa cuando no llegas  a fin de mes,   recorta los gastos,  sólo que  en vez de recortar en las salidas de vacaciones y en los restaurantes caros,  y en el coche de lujo,   se decide recortar,  en los servicios públicos que  es donde se genera más gasto. O sea  dejan de mandar a los hijos a la escuela o a la universidad  y  si alguien se enferma que se espere a que haya dinero para atenderlo y  aún  más  que  espera  a que  haya  dinero para comprar las medicinas, pero eso sí  mi coche de lujo con chofer  y guardaespaldas, lo mantengo.

De verdad que no puedo evitar sentir una sensación de Deja vu.

Y ¿cual es la solución? Einstein dijo  una vez que «no se pueden  solucionar los problemas utilizando los razonamientos que  en un principio los crearon», O sea que  por lógica se impone pensar  diferente,  cambiar el paradigma, como dicen los científicos,  esto es, darnos cuenta de que ESTA CRISIS NO ES PASAJERA.  Se trata de un ocaso de un sistema  económico  que  ha  causado miserias en el tercer mundo, de manera comprobada científicamente, o sea que es una verdad del tamaño de un rascacielos, que se  está cargando el planeta,  (otra verdad demostrada) y  que  ahora está afectando el estado de bienestar del primer mundo  comenzando por  la cola,   pero que  todo parece indicar  que terminará afectando todo el sistema.  Darnos cuenta de ello  es el primer paso.

El siguiente  paso les corresponde tomarlo a  los  que  tienen capacidad de decisión, en primer lugar a las alrededor de  120 transnacionales  que gobiernan el planeta,  que son la nobleza de nuestra era y son los que deciden cómo se bate el cobre,  éstas tienen que entender que el sistema está colapsando, aunque la historia enseña que  «a los nobles» con frecuencia hay que  descabezarlos  antes de  que acepten  cambiar los esquemas, sólo nos queda  esperar  que nuestra civilización  haya evolucionado lo suficiente  para que éstos cambios , inevitables,  no  tengan que ser traumáticos. Es decir  tienen  que cambiar su forma de hacer  negocios,  y ya  existen opciones alternativas  (Googlear «Economía azul» o  «Productividad sin  crecimiento» )

El segundo nivel de decisión lo tiene la clase política, que lamentablemente nunca ha estado mas  divorciada de la realidad,  a veces parece estar  más interesada en  sus propias prebendas y en satisfacer a  los poderosos que en cumplir  con las funciones que tienen asignadas, como son  hacer valer   los intereses de sus  electores,  no  es  hacer ver  que intentan hacerlo,  esto es engañar,  si no hacerlo de hecho.

El tercer nivel de decisión lo tenemos nosotros individualmente,   qué permitimos y qué no y qué hacemos por crear un mundo mejor a nuestro alrededor en el día a día, qué hacemos para ahorrar agua,  energía   y disminuir nuestra producción de CO2,   qué hacemos con nuestros desechos y  qué le exigimos  a los políticos  que  elegimos que hagan,  para ello es necesario poner a funcionar  los  mecanismos democráticos que existen y que tal vez en España estén  oxidados,  o funcionan de manera errática, el problema de los regímenes pseudodemocráticos es que no  dan  salida a las necesidades  sentidas de la gente,  perdiéndose  la vía institucional como válvula de escape a la presión  social, y es cuando  ocurren los estallidos,  que pueden ser  violentos, miremos  los hechos recientes de la  denominada «primavera árabe».

La justicia es una necesidad inherente a la vida en sociedad, las sociedades cuyas instituciones no garantizan  que haya justicia social,   generalmente  la terminan buscando de una  manera   o de otra, no es una incitación a  la violencia, nada mas  lejos de mis intenciones,  es la constatación de un hecho histórico, ojalá nuestra civilización que está en un ocaso,  haya evolucionado lo suficiente  para entender que los  «indignados», no son  4 revoltosos,  inadaptados,  son la expresión  del rechazo a un sistema que ya ha dejado de ser funcional,  son pioneros en exigir la generación de un cambio, por demás  necesario, por que lo que  está en juego  es la supervivencia de nuestra civilización. Por lo tanto… ¡Dirigentes oídles!  ¡Tienen  respuestas  que dar !


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