Tiempos grises, de orcos y de agotamiento de un sistema, una compañera de trabajo, me pidió que le explicara sencillamente los motivos de la crisis, que injustamente, sentía que padecía, divorciada, dos hijas a su cargo, que son jóvenes pero que no encuentran trabajo, y ella el único sostén de su casa sin estabilidad laboral. Está pasando, no son inventos de la oposición, mientras los servicios, los impuestos, los cobros del estado, suben, los sueldos bajan, pues hay que hacer recortes, baja el consumo de bienes, se entorpecen los flujos económicos, las empresas cierran, aumenta el desempleo, disminuye la estabilidad laboral gracias a leyes que facilitan los despidos, bajo la visión de que si es más fácil despedir, los empresarios tendrán menos problemas en contratar.
Ésto último es válido si la economía va in crescendo, más no si está estancada o va en retroceso. Obviamente el desempleo lleva a que las personas no compren lo que cierra un círculo vicioso de menor consumo, menos ventas, menos trabajo.
Pero ¿Cómo llegamos a esto?.
Lo primero que hay que entender es que el sistema económico que alimenta nuestra sociedad de consumo, está basado en la utilización desmedida de recursos naturales del planeta, como si fuesen inacabables, y ésta es una premisa falsa. Los recursos cada vez son más difíciles de encontrar y de repente nos damos cuenta de que no alcanzan para todos, por lo que hay que racionarlos.
Alguien dirá, pero es ésa no es la causa, fue la burbuja inmobiliaria, en realidad se trata de lo mismo, nos pusimos a especular unos con otros, los banqueros con la gente de a pié y la gente de a pié entre ella, en una orgía de consumo que no paraba y que se autoalimentaba de especulación, de dinero que no generaba riqueza y que además era fácil de obtener. Si no te hacías rico sin esfuerzo era por que eras imbécil, si bien los banqueros tienen gran responsabilidad en lo que está pasando al prestar dinero a personas que no lo podían pagar. (Por que ésto a su vez le permitía crear dinero en base a un compromiso de pago, que ponían a circular directamente, con una módica comisión, por supuesto y cobrando primero lo de sus intereses y después amortizando deuda); la sociedad al perder valores tradicionales fue cómplice, ya que estoy seguro que muchos de éstos cambios no se dan sin no existe complicidad social.
Y después… pasa lo que pasa. De repente hubieron más viviendas que las que la gente compraba, y al pararse la espiral, la burbuja de especulación inmobiliaria, se desinfló, (por eso se llama burbuja), y ¿qué paso?. Que de repente había un montón de dinero en la calle, que estaba respaldado por obligaciones de pago, de obligaciones de pago, de obligaciones de pago, sin riqueza real. Pero, alguno dirá, «los pisos están», si pero fueron construidos con dinero que no tiene respaldo en físico, estaban respaldados por hipotecas de personas que no pueden pagarlas, por que se pensaron que aguantando 5 años con la que tenían, venderían su piso más caro, pagarían la hipoteca y se quedarían con dinero, o tomarían una hipoteca mayor, con dinero que provenía, de otras hipotecas, sin respaldo en físico.Esto está muy bien mientras el consumo no se pare, pero así como, el planeta no tiene recursos para que todos los seres humanos los despilfarremos de la manera que lo estamos haciendo, existe un límite de viviendas que se pueden construir para que viva la gente, llegamos a un punto que por lo menos en España, sobraban millones de viviendas, ¡Qué locura!.
Al pincharse la burbuja inmobiliaria, el estado (que no tenía deudas), de repente se dio cuenta de que el dinero que tenían los ciudadanos en sus bolsillos, era papel y nada más y que los depósitos que había en los bancos, eran números escritos en una libreta y nada más. NO EXISTÍA FÍSICAMENTE GRAN PARTE DEL DINERO que utilizan los ciudadanos. Es por ello que tuvo que hacer un RESCATE FINANCIERO, que no fue otra cosa que suministrarle sus fondos a los bancos para poder respaldar el dinero circulante, para que existiera físicamente.
Y es así como un estado rico que no sabía qué hacer con el dinero, construyendo trenes de alta velocidad en sitios donde no hay personas que los tome, o aeropuertos en sitios donde no hay pasajeros, de repente se da cuenta que no tiene dinero para mantener los servicios básicos, esto es Justicia, Salud , infraestructuras y educación.
Y la solución de los que manejan el cotarro, no es otra que si no tienes dinero, haz lo que haces en tu casa cuando no llegas a fin de mes, recorta los gastos, sólo que en vez de recortar en las salidas de vacaciones y en los restaurantes caros, y en el coche de lujo, se decide recortar, en los servicios públicos que es donde se genera más gasto. O sea dejan de mandar a los hijos a la escuela o a la universidad y si alguien se enferma que se espere a que haya dinero para atenderlo y aún más que espera a que haya dinero para comprar las medicinas, pero eso sí mi coche de lujo con chofer y guardaespaldas, lo mantengo.
De verdad que no puedo evitar sentir una sensación de Deja vu.
Y ¿cual es la solución? Einstein dijo una vez que «no se pueden solucionar los problemas utilizando los razonamientos que en un principio los crearon», O sea que por lógica se impone pensar diferente, cambiar el paradigma, como dicen los científicos, esto es, darnos cuenta de que ESTA CRISIS NO ES PASAJERA. Se trata de un ocaso de un sistema económico que ha causado miserias en el tercer mundo, de manera comprobada científicamente, o sea que es una verdad del tamaño de un rascacielos, que se está cargando el planeta, (otra verdad demostrada) y que ahora está afectando el estado de bienestar del primer mundo comenzando por la cola, pero que todo parece indicar que terminará afectando todo el sistema. Darnos cuenta de ello es el primer paso.
El siguiente paso les corresponde tomarlo a los que tienen capacidad de decisión, en primer lugar a las alrededor de 120 transnacionales que gobiernan el planeta, que son la nobleza de nuestra era y son los que deciden cómo se bate el cobre, éstas tienen que entender que el sistema está colapsando, aunque la historia enseña que «a los nobles» con frecuencia hay que descabezarlos antes de que acepten cambiar los esquemas, sólo nos queda esperar que nuestra civilización haya evolucionado lo suficiente para que éstos cambios , inevitables, no tengan que ser traumáticos. Es decir tienen que cambiar su forma de hacer negocios, y ya existen opciones alternativas (Googlear «Economía azul» o «Productividad sin crecimiento» )
El segundo nivel de decisión lo tiene la clase política, que lamentablemente nunca ha estado mas divorciada de la realidad, a veces parece estar más interesada en sus propias prebendas y en satisfacer a los poderosos que en cumplir con las funciones que tienen asignadas, como son hacer valer los intereses de sus electores, no es hacer ver que intentan hacerlo, esto es engañar, si no hacerlo de hecho.
El tercer nivel de decisión lo tenemos nosotros individualmente, qué permitimos y qué no y qué hacemos por crear un mundo mejor a nuestro alrededor en el día a día, qué hacemos para ahorrar agua, energía y disminuir nuestra producción de CO2, qué hacemos con nuestros desechos y qué le exigimos a los políticos que elegimos que hagan, para ello es necesario poner a funcionar los mecanismos democráticos que existen y que tal vez en España estén oxidados, o funcionan de manera errática, el problema de los regímenes pseudodemocráticos es que no dan salida a las necesidades sentidas de la gente, perdiéndose la vía institucional como válvula de escape a la presión social, y es cuando ocurren los estallidos, que pueden ser violentos, miremos los hechos recientes de la denominada «primavera árabe».
La justicia es una necesidad inherente a la vida en sociedad, las sociedades cuyas instituciones no garantizan que haya justicia social, generalmente la terminan buscando de una manera o de otra, no es una incitación a la violencia, nada mas lejos de mis intenciones, es la constatación de un hecho histórico, ojalá nuestra civilización que está en un ocaso, haya evolucionado lo suficiente para entender que los «indignados», no son 4 revoltosos, inadaptados, son la expresión del rechazo a un sistema que ya ha dejado de ser funcional, son pioneros en exigir la generación de un cambio, por demás necesario, por que lo que está en juego es la supervivencia de nuestra civilización. Por lo tanto… ¡Dirigentes oídles! ¡Tienen respuestas que dar !
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