Un artículo reciente de Medscape , establece la importancia de la vitamina D, como agente modulador de múltiples funciones, esqueléticas, neurológicas, musculares, endocrinológicas y cardiovasculares. Relaciones ya largamente estudiadas y fundamentadas en la literatura médica disponible, lo no innovador del artículo, es que establece que existe una alta prevalencia en la población norteamericana de bajos niveles de esta vitamina, y se han logrado establecer relaciones de estos niveles bajos con enfermedad fetal y neonatal, inclusive con un aumento del índice de cesáreas en relación a una miopatía relacionada, además se ha asociado la esquizofrenia, cardiopatías y diabetes tipo I, a deficiencias perinatales de ésta vitamina.
Desde que estudiaba medicina en mis clases de pediatría nos explicaban la necesidad de suplementar vitamina A y D a los lactantes, dado el general deficiente contenido de estas vitaminas en la leche materna, con morbilidad asociada en los lactantes por su deficiencia.
La vitamina D se encuentra en los siguientes alimentos:
- Productos lácteos
- el queso
- la mantequilla
- la crema de leche
- la leche enriquecida
- Pescado
- Ostras
- Cereales enriquecidos
- Margarinas
Parece ser que los nuevos trabajos establecen la necesidad de suministrar esta vitamina a las embarazadas, a continuación una traducción parcial del artículo que puede ser leído en inglés en el link señalado al principio.
Recomendaciones actuales de suministro de vitamina D y niveles a tener en cuenta de 25 (OH) D
En 1997 el Instituto de nutrición y alimentación Médica, de EEUU recomendó que la ingesta diaria recomendada de vitamina D , para embarazadas y mujeres lactantes fuese de 200 UI (5 mcg). No obstante la mayoría de los médicos indica 400 UI (10 mcg) debido a que es la presentación que contienen la mayoría de los polivitamínicos. Esta última dosis eleva los niveles séricos de 25 (OH) D en 2.8 a 2,4 ng/ml, aún así con frecuencia es poco efectiva en resolver la deficiencia cuando está presente.
Medir los niveles de 25 (OH) D, identificará las pacienes portadoras de deficiencias de vitamina D durante el embarazo, se considera que niveles menores de 10 ng/ml (<25 nmoL/L) indican déficit severo que puede resultar en raquitismo con evidentes efectos deletéreos en la salud general. Concentraciones entre 10 y 20 ng/ml (25-50 nmoL/L) sugieren ingesta inadecuada y son comunes en regiones del norte que tienen baja exposición solar. Mayores concentraciones , de mas de 32 ng/ml (<80 nmoL/L) se consideran adecuadas para una buena salud general. Concentraciones mayores de 200 ng/ml (>500 nmoL/L) son consideradas potencialmente tóxicas, pueden llevar a síntomas inespecíficos como nausea y vómitos, pérdida del apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso o a condiciones mas serias como hipercalcemia o hiperfosfatemia.
El estudio nacional de salud y nutrición llevado a cabo en EEUU, estableció que 4% de las mujeres de raza blanca y 42 % de las mujeres de de color, en la edad de procrear, tienen niveles séricos de 25 (OH) D menores de 10 ng/ml. Estos datos fueron corroborados por un estudio mas reciente del 2007. La investigación reciente sugiere se pueden requerir mas de 1000 UI por día (25 mcg/día) durante el embarazo y lactancia para alcanzar niveles séricos adecuados de 25 (OH) D. Los limites impuestos por las agencias americanas a las dosis máximas de ingesta de vitamina D por día para prevenir la hipervitaminosis, limitan la suplementación, al poner como tope de ingesta 2000 UI día. Estudios recientes han concluido que el tope de 10.000 unidades día es mas apropiado, elevando el nivel de seguridad. Un estudio clínico piloto, revelo que la suplementación materna de 6400 UI, al dìa por 6 meses garantiza que la madre y el feto, tengan niveles adecuados de 25 (OH) D, sin afectar los niveles de calcio séricos ni urinarios.
Si las investigaciones actuales, confirman estos resultados, puede ayudar cambiar la politica de suplementaciòn de vitamina D durante el embarazo y la lactancia, El nuevo reporte de ingesta de vitamina D se espera para finales del 2010, por ahora sólo sociedad de pediatría canadiense ha hecho recomendaciones de sumplementación de 2000 UI de vitamina diarias para las embarazadas.
La alta incidencia de deficiencia de vitamina D en las madres se refleja en los recién nacidos, con cifras similares a las apreciadas en las madres. La suplementaciòn de vitamina D debería comenzar al nacer con un mínimo de 400 IU (10 mcg) al dia, según recomendaciones de la academia americana de pediatría.
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