Otro motivo de consulta frecuente, el enfoque terapéutico de la menopausia.
Sucede que hace algunos años el conocimiento médico general estableció que la menopausia (Etapa de la vida de la mujer en que se suprimen las reglas), se correspondía con una falta de hormonas, en el organismo.
Se estableció además la posibilidad de que esta falta de hormonas (Estrógenos), se correspondiese con trastornos que se asociaban a una serie de riesgos, cardiovasculares, neurológicos, psicológicos, Osteomusculares, y de afecciones en la función de órganos reproductivos femeninos, que condicionaban además un declive en la calidad de vida.
Con estas premisas se estableció que para evitar males mayores, había que suplementar el déficit de hormonas y hace 10 años, llegó a ser mal visto en círculos científicos que un ginecológo no indicase terapia de reemplazo estrogénica a sus pacientes postmenopáusicas.Esta terapia siempre se asoció a riesgo de algunas enfermedades que se relacionan con el uso de estrógenos, particularmente cáncer de las mamas o de la matriz, se afirmaba que el riesgo era mínimo y se llegó a establecer que por cada cáncer que aparecía debido a la terapia, se salvaban 600.000 mujeres de tener un infarto o una hemorragia cerebral, dada la protección cardiovascular que daban los estrógenos.
Este enfoque cambió a raíz de una serie de estudios, de seguimiento de mujeres que tomaban estas terapias, al parecer el único efecto beneficioso de la terapia de estrógenos en la postmenopausia, es una mejora en la calidad de vida, dejando de lado otros beneficios cardiovasculares, y con alguna evidencia de que producían un aumento de los fenómenos de producción de coágulos.
Lo anterior hizo que el discurso cambiara y hoy por hoy la única indicación aceptada para indicar terapia de reemplazo estrogénica es la evidencia de una disminución importante de la calidad de vida debida a síntomas de la menopausia.
Los síntomas de la deprivación de estrógenos pueden llegar a ser muy molestos, calores, sofocos, insomnio, irritabilidad, cambios de humor y la intensidad de los mismos es variable de mujer a mujer a mujer, de allí que la necesidad de indicar tratamientos ha de ser individualizada.
Y sí existen varias opciones de tratamiento las opciones no hormonales, que incluyen medidas de tipo general, el suministro de derivados vegetales que estimulan el receptor estrógenico (fitoestrogenos) de los cuales el mas conocido es la Soja, tratamientos farmacologicos no hormonales, y los estrógenos.
Las medidas de tipo general incluyen comprender que se trata de una etapa adicional de la vida, que no implica enfermedad y sí algunos cuidados, ajuste de hábitos hacia una vida sana que incluye dieta adecuada. que incluya suplemento de calcio adecuado, actividad física, evitar el consumo de alcohol y tabaco. Entender que dada la expectativa de vida constituye una etapa importante y que con cuidados mínimos de sentido común es posible llevarla bien. Entender que el fin de la fertilidad no necesriamente implica una suspensión de la actividad sexual y que se gana generalmente en calidad, de una vida sana. Entender además que los síntomas irán a menos a medida que pase el tiempo independientemente del tratamiento que se indique.
Los fitoestrógenos estarían indicados para ayudar al manejo de los síntomas menopáusicos leves a moderados, y diversas revisiones serias no han podido establecer que sean mejor que un placebo, la experiencia dice que en algunas pacientes puede ser de utilidad, lo que quiere decir que la que se sienta bien con ellos puede seguirlos tomando, sin embargo entender que se trata de tratamientos sintomáticos y si los síntomas persisten luego de su uso, tal vez no estén siendo de utilidad, en este el caso la relación precio beneficio puede sugerir descontinuar su uso. Además en pacientes que han tenido cáncer de mama o de algún tipo de cáncer de la matriz, estaría contraindicado su uso.
Existen una serie de farmacos que pueden mejorar las molestias sin ser hormonas, y serían una opción en pacientes que tienen síntomas importantes y no desean tomar tratamiento hormonal, estos suelen ser menos efectivos que los estrógenos, se refieren al uso de antidepresivos, benzodiacepinas y algunos fármacos como la clonidina que se utiliza para tratamiento de la hipertensión arterial, pueden ayudar a moderar los síntomas vasomotores (calores y sofocos) mejorar el ánimo y el sueño.
Concluyendo, la menopausia es una etapa más en la vida de la mujer, etapa en la cual le corresponderá vivir tal vez un tercio de su vida, la sugerencia es llevar una vida sana, y en algunos casos estaría indicado el tratamiento de síntomas de manera temporal cuando éstos sean molestos suficientemente como para afectar la calidad de vida.
En todo caso, recordad que el mejor asesor en sus problemas de salud lo constituye su médico de confianza.
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