Releyendo a una de mis poetas favoritas Terea Aburto Uribe, me pongo meditativo (Lo siento). y no puedo menos que sentirme agradecido.
Pero todo no ha sido un camino de rosas. con frecuencia nos hemos encontrado con espinas.
Quedan menos de 15 dias al año y como cada diciembre se impone hacer una pausa y tomar conciencia. entendiendo por tal cosa, encontrarnos con nosotros mismos, plantearnos motivaciones y objetivos, evaluar si nos gusta lo que hacemos y decidir en el ciclo de la vida con que quedarnos y qué dejar pasar.
Reconfortar a nuestra familia, agradecer la amistad, crear islas de paz a nuestro alrededor, preocuparnos menos, reir más, escuchar el silencio y el consejo de un buen amigo, Mozart, siempre es reconfortante Mozart.
Y en este estado de bienestar que no tiene nada que ver con placeres hedonistas y vacuos, respirar agradecidos por ser parte de este ciclo energético que se llama vida.
Desde el fondo de los silencios entre las notas de del Concierto 21 en C Mayor. Reciban mis lectores, compañeros, entrañables amigos y familia mis mejores deseos de paz y properidad…
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