Diálogo, se trata de una discusión o trato para buscar una avenencia, (según la RAE), se hacen necesarios unos requisitos cuando hay un conflicto social.
Primero que que las personas que van a dialogar representen los intereses de las partes en conflicto.
Segundo que existan igualdad de condiciones entre las dos partes, es decir que las opiniones de cada parte puedan ser oídas y sometidas a consideración.
Tercero que las partes representadas tengan acceso al desempeño de sus representantes, es decir que puedan tener acceso al diálogo en pleno desarrollo.
Cuarto que las partes en conflicto acepten los resultados de los compromisos obtenidos por sus representantes, de allí que el primer punto sea crucial.
La verdad es que en sociedades muy individualistas con poco sentido social, es difícil que todos los actores tengan representación en el diálogo, surgen intereses personales y ambiciones diferentes, y modos de pensar diferentes.
La apertura al diálogo en Venezuela para reducir la conflictividad, no es una mala idea desde el punto de vista de principios de negociación y de evitar la violencia.
Sin embargo han de cumplirse los requisitos lógicos, mencionados. La Mesa de la Unidad Democrática representa un sector menos radical de la oposición, sin embargo pudiera tener en su corazón implantado en alguno de sus representantes, un caballo de troya, del régimen, a quien durante éstos últimos 14 años le ha hecho el juego para investirle de democrático.
Según lo que se desprende de interpretar las declaraciones de una ex rectora del de Consejo Nacional Electoral de la oposición, desde el 2004 el chavismo no ha ganado una elección. Lo que a mi parecer implica una complicidad por una parte de la oposición que ha aceptado las derrotas, a cambio de intereses particulares. Hacer click en el link de arriba que no tiene desperdicio.
Si todo lo anterior fuese cierto, se entienden los motivos por los cuales el movimiento estudiantil, que es el motor de la parte dura de la oposición, pues son los más afectados por las políticas inadecuadas del régimen, quien ya ha dicho a través de sus voceros que no le interesa una clase media que les haga oposición. No se sienta identificado con los representantes elegidos por el gobierno para iniciar un diálogo.
El mediador UNASUR está formado por democracias del continente que se benefician directamente de la crisis venezolana, al ser proveedores de insumos que el país no produce. Brasil habría construido sus estadios del mundial con ayudas del gobierno venezolano a cambios de su fidelidad, Colombia se beneficia del comercio de insumos de la cesta básica y así casi todos los países que forman parte del tratado tienen algún interés económico, geopolítico o ideológico con el régimen de Caracas. Organismo que además no tiene una comisión que vele por los derechos humanos ya que es una asociación de tipo económico.
De allí que el mediador elegido por el gobierno venezolano no sea aceptado por el movimiento estudiantil.
Entonces no sería concebible que un diálogo, que no sería más que un teatro, un circo montado por el régimen, para ganar oxígeno, logre solucionar la crisis profunda que vive Venezuela.
Las condiciones para que este diálogo exista ya la han establecido los estudiantes, que son los que han sabido liderar esta crisis. En el llamado «Manifiesto de Mérida»
Alguien pude pensar que con éstas condiciones tan «duras» no es posible un diálogo, pero no se puede negar que son lógicas y llenas de la fuerza moral y ética que brindan los ideales.
Enfrenta la inmoralidad de un régimen falso, que miente descaradamente y que es experto en mover los resortes de la opinión pública nacional e internacional que utiliza los recursos del país para intereses propios, recursos que también son de los estudiantes que están protestando, mientras triangulan los productos de la canasta básica de alimentos con Cuba como lo hacen con todo lo que es necesario para el funcionamiento de un país como por poner otro ejemplo: los medicamentos y los insumos hospitalarios, creando burbujas de escasez, por ineficiencia o intencionadamente, donde todos especulan con todos, y terminan beneficiando al los que desde el gobierno manejan los hilos de la economía.
¿Cómo sentarse a comer «tequeños» con un régimen ilegal en origen y de hecho, responsable de la muerte de compañeros de protesta pacífica y legal ?
La otra cara de la moneda es que los 2 meses de lucha parecen afectar a ambas partes en conflicto, por lo que una salida dialogada no debería ser del todo mal vista, sobre todo cuando ha costado tanto hacer que una parte importante de la población, se sume a las protestas y comienza a mostrar signos de debilidad, de allí que la propuesta de diálogo de la MUD, no sea mal vista por algunos sectores de la población nacional e internacional.
El problema es que los voceros elegidos para el diálogo, no representan a la mayoría de la población que quiere un cambio, ni el intermediario aceptado es considerado como válido para la mayoría de la oposición.
Un nuevo circo, a ver como sale la pantomima. Hasta ahora las representaciones les han salido bien al régimen.
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