Pues este año ha sido diferente, no ha habido mucho que celebrar, entre el día de la juventud (tengo 52 años), que en Venezuela se celebra el 12 octubre en remembranza de una victoria de unos jóvenes estudiantes, contra el ejército realista durante la guerra de independencia, que si lo buscáis en Wikipedia, os dirá:
«La batalla de La Victoria fue una batalla de la Guerra de independencia de Venezuela, en la que fuerzas realistas al
Retrato de José Félix Ribas, Martín Tovar y Tovar, Óleo sobre tela, c.1874, Concejo Municipal del Distrito Federal, Caracas. (Photo credit: Wikipedia)
mando de José Tomás Boves intentaron tomar la ciudad de La Victoria, liderada por el general José Félix Ribas.
La batalla se libró el 12 de febrero de 1814. Ante la escasez de tropas regulares, Ribas tuvo que armar a unos mil estudiantes de los colegios y seminarios de la ciudad y de los otros poblados vecinos, entre ellos 85 estudiantes del Seminario de Santa Rosa de Lima de Caracas. Antes de entrar en batalla, el general Ribas arengó a los adolescentes que lo acompañaban, finalizando con estas palabras
Soldados: Lo que tanto hemos deseado realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostrales vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!
La batalla comenzó a las siete de la mañana y duró todo el día en las calles de la ciudad. Los efectivos republicanos construyeron una impresionante resistencia al empuje de las tropas realistas. Al caer la tarde, la batalla aún no se había decidido por ninguno de los dos bandos. Cuando la refriega arreciaba, los patriotas reciben un refuerzo de 220 soldados de caballería a cargo de Vicente Campo Elías, procedente de San Mateo. Horas después, los realistas se retiraron del combate.
Bolívar, al saber la victoria, le concedió a Ribas el título de
Simón Bolívar in 1812 (Photo credit: Wikipedia)
«Vencedor de los Tiranos».
El 12 de febrero de 1947, la Asamblea Constituyente decretó celebrar cada aniversario de la batalla como el Día de la Juventud, en honor a los jóvenes que lograron esta importante victoria. En la plaza principal de La Victoria existe hoy en día un grupo escultórico elaborado por Eloy Palacios, inaugurado en 1895, que representa a Ribas dando indicaciones a unos jóvenes sobre el manejo de un fusil.»
Pues resulta que éste año a los estudiantes de las principales universidades de Venezuela se les ocurrió que era una fecha propicia para marchar pacíficamente, aparentemente alentados por unos servidores del imperio norteamericano, según la versión oficial del gobierno, para exigir la puesta en libertad de compañeros estudiantes que fueron puestos en prisión por protestar en forma pacífica, contra unas elecciones presidenciales, de las que lo menos se puede decir es que el gobierno no permitió que fuesen validadas con un recuento de votos. Con más de 3000 irregularidades documentadas.
Resulta que al gobierno que se nombra a sí mismo Bolivariano, o sea que sigue los preceptos de la ideología de Simón Bolívar, parece que no le gusta que la gente se reúna y envíe twitters criticando su política, de usar grupos para militares y fuerzas especiales para disparar a estudiantes desarmados, que solicitan, liberen a unos compañeros injustamente detenidos en el llamado «Guantánamo de Maduro».
En protección de los valores democráticos, se decide entonces suspender garantías constitucionales, censurar periódicos, cerrar y comprar televisoras, limitar en ancho de banda de internet, y evitar el envío de imágenes y vídeos al exterior.
Todo para permitir la paz de la democracia. Que es la que les permite mantenerse ilegalmente en el poder y aprovechar en beneficio propio y de otros estados satélites, que se han hecho con la soberanía, del país ante la complicidad de un ejército corrupto e invadido de narcotraficantes, los vastos recursos del país.
Cuando todos los demás mecanismos fallan, lo que queda como reserva moral son los estudiantes, el futuro de un país, la última barrera moral a romper, una sociedad tiene que estar muy enferma para que sean sus estudiantes los que salen a la calle a defender sus principios básicos, cuando los que tienen que ser protegidos por que son el futuro, son usados de blanco por inescrupulosos armados, y de las fuerzas especiales del gobierno, SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia) que ya vimos que no tienen nada de servicio, ni de bolivarianos, ni de inteligentes) que en un intento de dominar por la fuerza que es el arma cuando se acaban los argumentos, asesinan vilmente a ésta juventud desarmada.
No hay derecho ni justificación quieran llamarlo como quieran, una sola muerte es demasiado, un sólo herido es mucho, un sólo detenido por marchar pacíficamente es demasiado.
¿Qué pasa con el mundo? ¿En qué nos hemos convertido? hoy los titulares de las noticias españolas informan de cómo la guardia civil disparaba bolas de goma a unos sirios que intentaban llegar a tierra firme nadando, mientras se ahogaban.
¿En dónde se torcieron tanto los derechos?.
¿En que punto de la historia actual se dio el cambio en las autoridades que permiten tantas atrocidades?
¿Qué le pasa a todo el planeta, Siria, El Líbano, la franja de Gaza, Irán, Irak, afganistàn, la India, Pakistán, casi toda el áfrica subsahariana…?
¿Qué nos sucede, dónde se perdieron los límites ?,
La inequidad pasa a ser normal, nos decimos «cosas peores pasan» y mientras mujeres embarazadas paren en ghetos cortando el cordón umbilical de sus bebés con fierro, por el sólo crimen de huir de la guerra ?
Y tomamos nota de la noticia mientras nos tomamos un café, decimos un «que horror» y pasamos a hablar de la película de cine de estreno, o del buen día que hace.
No, es hora de decir basta, de no tolerar la injusticia, esté donde esté, de hacer algo más que hablar, de decir «hasta aquí», de acudir a las instancias internacionales, de exigir que los responsables, hagan algo. Y que se detengan tantas muertes de inocentes, menos por creer en un ideal, o por creer que se puede mejorar esta pocilga en que se está convirtiendo el planeta.
Es a nosotros a quien nos toca parar la injusticia, tomemos una causa y hagamos que desaparezca, con empeño, con todas nuestras fuerzas y dedicándole todo el tiempo libre que tenemos. Ahora es más fácil con el internet y todo eso.
Ya no vale mirar para otro lado, tenemos que actuar por que los gobiernos no lo harán, están preocupados por ellos mismos, hemos dado un salto al oscurantismo del siglo XIV, donde los nobles hostigaban al pueblo hasta sacarles el último esfuerzo, hemos de rebelarnos y exigir como ciudadanos del mundo que acabe la opresión, que vuelva el buen hacer, que haya crecimiento con productividad, que el bienestar forme parte de nuestro día a día, y cada vez que podamos pongamos un hombro para ayudar a otro.
Es mucho el camino por andar, más en la ignorancia de culpar a los demás. Busquemos que podemos hacer para cambiar aquello que nos hace mal. Y que acaba con nuestro bienestar.
Es momento de actuar. Ya pasó el de callar. Por callar se puede acabar muy mal.
Dedicado a las víctimas de las protestas del #12F/Dedicated to the Victims of the Protests in Venezuela on February 12. (Photo credit: A.Davey)
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