
Me agradan las madrugadas, el silencio, la oscuridad, la vida en paz, mientras todos mis seres queridos descansan con la seguridad que les damos. Es el silencio del esfuerzo cumplido. Momento de reflexiones y de entrar en contacto conmigo mismo.
Antes me preocupaba el insomnio, ahora lo veo como veo mi lumbago, o como veo mi diabetes, están presentes al principio los odiaba, pero luego me han hecho cuidar mejor de mi persona y mantenerme en buena condición física e intelectual, o sea que al final tengo algo que agradecerle a mis males.
MI exilio, igualmente me ha enseñado mucho, a valorar cosas que antes no valoraba y a restarle importancias a otras.
Lo que no se va es la nostalgia, extraño, mi familia, mi madre de quien diría mucho, pero no le gusta y me regaña cada vez que escribo de ella, ¡Tengo unas ganas de verla!, mis hermanos, que aún están allá, Javier con sus salidas locuaces e inteligentes y su corazón del tamaño de las distancias que nos separan y su calidez de caribeño, abierto y cordial. Lalo inteligente y taciturno, dispar, hermano sandwich, siempre con grandes proyectos en mente y padre ejemplar.
¡Mis primos y primas queridos ! mis tios ya octogenarios, mis amigos, mis colegas, mi exhospital, mi exclínica, mi exgimnasio, mis exempresas, mi exfundación, mi excolegio de médicos, mi exUCLA, mi exUNEY, mis exestudiantes que ahora serán profesionales y se acordarán de un profesor loco que les hablaba de ética y les leía a descartes o a Andrés Eloy Blanco o citaba al Maestro Murci Mendoza en clases que no venían al tema.
Instituciones en las que trabajé y que hice parte de mí y me las arranqué de raíz de un corazón que quedó con demasiados vacios, que se han ido llenando poco a poco con nuevas experiencias pero que tal vez aún después de 11 años, mantienen un espacio allí como un limbo, como una conexión silenciosa y discreta con el pasado que se niega a morir.
Todo cambió en Venezuela, ya no es «La Suiza de Latinoamérica» ahora es otra Haití o Cuba o según las últimas tasas de inflación, La Libia de Latinoamérica, había tardado, ya lo decía Moisés Naim a principios de éste año , reseña publicada en El País, que hicimos en éste mismo blog.
Pero en eso nos hemos convertido en un pueblo de especuladores y mendigos en manos de bandidos, donde la indolencia es su característica principal.
¿Qué a nadie le duelen las calles rotas?, ¿La falta de luz? , ¿La ausencia de servicios? ¿La falta de alimentos?, ¿la intromisión de minipotencias mendigas y pseudopotencias extranjeras en asuntos internos que afectan nuestros bienes nacionales con total impunidad?. ¿El descalabre de la empresa privada?. ¿Los desalojos y apropiaciones a dedo?, ¿La impresión de grandes cantidades de dinero inorgánico que no vale más que un billete de monopolio?, ¿que todo el oro que respalda nuestras reservas internacionales esté en países con dudosa reputación internacional?, ¿Que no existan instituciones nacionales dónde acudir?, ¿Las colas para todo? ¿El aislamiento del país via costo altísimo de los pasajes y las malas telecomunicaciones, mientras Cuba tiene hasta cables de fibraóptica donados por nuestro país?, ¿La injusticia constante ? , ¿el duelo constante de madres que pierden sus hijos en la violencia permitida día a día?. ¿La contaminación ambiental, la suciedad, la basura que se acumula en todas partes?, ¿el abandono, el olor a orines, el sin calle tirado en una pasarela vomitado encima? ¿El niño enjuto descalzo y con ropas raídas que se acerca a una botella de agua dejada por alguien con un fondito remanente a bebersela por que tiene sed? .
¿Hasta dónde llega tanta indolencia? ¿Hasta que el dolar negro llegue a 100? que parece ser lo único que le importa al venezolano de ahora. Ya que en el día a día reciben una terapia de shock como prescribe la CIA a los que interroga para anular su voluntad, con estímulos desagradables.
País en duelo constante que se supera de un día para otro por que enseguida llega otra tragedia previsible que lo sustituye.
MI cuñada tuvo que viajar urgente por motivos personales, y el pasaje directo desde España a Maiquetía le costaba 3000 euros, esto es lo que cuesta viajar a Australia, toda una odisea de viaje, tuvo que irse a Bogotá luego a Cucuta, donde fue recogida por una tia que vive en San Cristobal y de allí contratar a un taxista conocido que la llevase a Mérida. Parece el plan de viaje para ir a algún pueblo de Tanzania. Qué decir de las vías e comunicación que están en el peor estado que nos podemos imaginar.
¿Qué nos ha pasado?. Es que nadie con responsabilidad puede acercarse a alguien que tome decisiones, y decirle, ¡Coño pana hagamos algo por esto o esto otro!.
No sé espero que las cosas cambien a ver en las próximas elecciones, con un ciudadano que cada vez entiendo más, es el ciudadano del futuro, pacifista, justo, ecologista, intolerante a las injusticias pero sin exponer su integridad, hablo de Capriles Radonsky que ha asumido un liderazgo que a muchos le parece débil, pero que tiene ésa fortaleza para cambiar las cosas sin violencia. Pues las revoluciones violentas sólo cambian las cosas para que sigan igual (Lampedusa en EL «Gato Pardo» dixit).
La invitación es a votar y a proteger el voto masivamente el 8D (8 de diciembre) día de elecciones locales.
Deja un comentario