Me asombra un poco cómo se superan los duelos tan rapidamente en Venezuela, me imagino que la tragedia diaria del día a día, sustituyendo un duelo por otro sin pararse a reflexionar, tal vez no da tiempo o tal vez forma parte del mecanismo mas primario de defensa psicológica que es la negación. Por la razón que sea no nos detenemos a analizar causas y efectos.
Como puedo hacerlo y tengo necesidad de hacerlo, escribiré mi punto de vista sobre las elecciones en Venezuela, No me trago los resultados, pero los acepto puesto que así el líder lo decidió.
Resta analizar las dos opciones posibles, la primera no hubo fraude, entonces la sociedad decidió mayoritariamente un proyecto de pedigüeños gobernados por bandidos, con el que no me identifico. Y refuerza la tesis de que los políticos son la expresión de las sociedades y las representan, no hay nada que hacer y los que nos oponemos a ése proyecto somos minoría. En éste caso Capriles es una especie de caballero que con un rocín y una abarda emprendió una aventura ingenua contra una realidad imposible, y cuesta creer que un político curtido peque de ingenuo, pero bueno en ése caso sería una especie de héroe a quien agradecer su esfuerzo por luchar tan solo con unos principios contra una estructura de poder abusiva e intolerante y los resultados lejos de ser una derrota, son una victoria.
La otra cara de la moneda: Hubo fraude, aquí el panorama se hace más turbio todavía, con éste me costaría mas vivir, a lo mejor se puede justificar de manera lógica la decisión de Capriles de validar una estafa, estableciendo que tal vez eligió un «mal menor», evitar la masacre que hubiera desencadenado una horda de fanáticos armados contra ciudadanos indefensos, desarmados. Que sin duda habrían salido a la calle a defender su ilusión. Era una decisión difícil, pero creo que si éste era el caso no le tocaba a Capriles tomarla por sí solo, de ninguna manera él era responsable de lo que hiciera o dejase de hacer Chavez si no validaba el supuesto fraude. De nuevo ingenuidad, ¿es que no tenia idea de lo que eran capaces?¿ Y los militares que supuestamente lo apoyarían y respetarían la institucionalidad si ganaba Capriles?. Mas ingenuidad si confió en personas que se le voltearon. ¿Y el plan B que lleva toda planificación estratégica?, me cuesta creer que a estos niveles, se confiara sólo en ganar las elecciones y que el gobierno reconocería la derrota.
Otra opción es que Capriles sí decidió el mal menor entre ser un exilado de facto, o ser el gobernador legal de uno de los principales estados del país.
No lo sé tal vez sólo estoy frustrado por los resultados, de una elección que en el fondo sabía que no ganaría la oposición y es la frustración de que siempre el peor panorama se presenta.
Existen muchas dudas que aclarar, al final la responsable sigue siendo una sociedad demasiado tolerante con los manejos turbios de sus líderes, y los cambios que hubieran de ser, han de iniciarse desde las bases hacia arriba, no lo contrario, la sociedad debe cambiar para que cambien los políticos y esto lo sabe demasiado bien el comandante Chavez.
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