Recibida por correo electrónico, y expresa una realidad de muchos profesionales en un sistema económico que se encuentra en franca involución, y que de manera torpe se aferra a esquemas, que lo han llevado a un estado de serio compromiso del Estado de Bienestar.
Hubo un tiempo no muy lejano, en que se planteó el socialismo europeo, como la sociedad ideal, donde el libre mercado funcionaba, bajo la supervisión de un gobierno representante de sus ciudadanos, controlador de las reglas del juego, con el fin de evitar excesos, en detrimento de sus representados.
Esta utopía falló como falló el Marxismo comunismo y como está fallando el capitalismo puro en su màxima expresión, vimos en el socialismo una salida intermedia e ideal.
¿Cuando falla el sistema?.
Igual que el Imperio Romano o la sociedad feudal, posterior, falla cuando el poder político es corrompido por el poder económico, cuando se pierden valores morales y éticos, siendo substituidos, por valores económicos desvestidos de la protección de principios básicos, es allí donde falló el comunismo, el capitalismo y el socialismo.
Se impone rescatar valores, pero ¿Quién está interesado en ello?. La historia nos enseña que las sociedades no cambian hasta, que se hunden en la miseria. Ojalá hayamos evolucionado para no llegar a ello, aunque en un mundo global como el nuestro ya hay bastante miseria ocasionada por un sistema desvirtuado en sus valores.
La carta anónima y no por ser anónima dice menos verdades, con ella una invitación a la reflexión…
Yo en lo particular, no puedo dejar de sentir una sensación de Deja vu…
CARTA DE UN MÉDICO CATALÁN
Me despiden.
A partir del día 1 de Agosto no podré atenderles más debido a los recortes
presupuestarios en sanidad proyectados por el gobierno de la Generalitat.
Según me han comentado en subdirección médica, el hospital de Bellvitge no
tiene dinero para pagarme este verano. Ni a mí, ni a los otros 56 médicos
eventuales que, como yo, serán despedidos. Inicialmente el plan es
recontratarnos en septiembre u octubre, con contratos renovables de mes a mes,
sin derecho a vacaciones y posiblemente con una rebaja del sueldo.
Estas opciones son casi una invitación a los médicos para que
abandonemos la sanidad pública. Lo mismo está pasando desde hace mucho
tiempo con enfermeras, auxiliares y demás sanitarios que han visto
empeorar sus condiciones de trabajo en los últimos años.
Estos recortes, junto con los realizados previamente y el actual
cierre de hospitales, contribuirán a aumentar las listas de espera
tanto para consultas como para quirófanos
y a reducir la calidad de la asistencia hasta el punto que, quien
quiera tener acceso a la salud, sólo le quedará la opción de pagar un
seguro privado. Además de los
gastos de este seguro deberá contar con el hecho de que la aseguradora
no tendrá la
misma cobertura de salud que la sanidad pública.
Esto será un gran beneficio económico para las aseguradoras de salud,
que posiblemente
ya se están frotando las manos pensando en los millones de euros que ganarán
aprovechando esta penosa situación.
También será un gran beneficio para las arcas de los gobiernos que
habrán de gastar menos dinero en salud. Es decir, la salud de las personas es una carga para las arcas
de los gobiernos. Pero entonces, ¿por qué pagamos impuestos?
Resulta curioso que no haya dinero para pagar médicos pero que sí haya
para pagar un parlamento europeo, otro nacional, un parlamento
autonómico, diputaciones y alcaldías.
(No sé si son necesarios tantos «jefes»).
También hay dinero para pagar pensiones vitalicias, y de cantidades
importantes, a diputados y senadores. Yo personalmente prefiero tener
un cirujano y una anestesista contratados que un político en su casa
felicitándose por las cosas buenas que hizo cuando estaba trabajando
para levantar el país.
También hay dinero para mantener coches oficiales que evidentemente
son coches de
gama alta y para que nuestros eurodiputados viajen en primera clase
porque se cansan si viajan en clase turista. Eso sin contar dietas,
alojamientos y otros gastos.
Hay miles de millones de euros para rescatar a los bancos de la crisis
pero sin que
después se les pida que devuelvan el dinero que se les ha dejado, este
préstamo es lo que nos deja sin dinero para la salud y la la
educación. Pero claro, los políticos y los bancos
siempre son muy amigos y la economía de libre mercado intocable. ¿No
hay dinero?
¡No me lo creo!.
Señores pacientes. Luchen por su salud: porque se la están robando.
Con la excusa de la crisis, han retirado el dinero a lo más necesario
en beneficio de unos pocos. Nuestra sanidad, se está hundiendo y no es
por falta de dinero sino por puros intereses económicos .. Quizás
acabaremos como en Estados Unidos donde, quien no se lo puede
permitir, no tiene derecho a la salud.
Luchen por su salud. Hagan reclamaciones, demandas judiciales,
manifiéstense, asóciense, indígnense. Los sanitarios ya hemos luchado,
ahora les toca a ustedes.
Quieren privatizar LA SANIDAD Y lo conseguirán si USTEDES NO LO IMPIDEN.
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