En sintonía con el Post de Facundo Cabral:
Señor, convierteme en un instrumento de tu paz;
Donde haya odio, permiteme sembrar amor;
Donde haya herida, perdón;
Donde haya duda, fe;
Donde haya desesperacion, esperanza;
Donde haya oscuridad, luz;
y donde haya tristeza, dicha.
Oh divino maestro, otorgame
no tanto buscar el consuelo, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar;
porque cuanto damos recibimos;
cuando perdonamos somos perdonados
y cuando morimos nacemos a la Luz Eterna.
Deja un comentario