Mientras en la habitación del al lado del bunker creado para tal fin, Gregorio Traba, está siendo intervenido, ya sus rasgos se parecían a los del comandante, le están afinando un poco, los cirujanos plásticos, para aumentar el parecido, creandole una verruga donde el hombre fuerte tenía, una, enseñándole a hablar como él, a tener las mismas muletillas y gestos.
Gregorio nunca se imaginó que llegaría a presidente, de origen humilde, todo lo que tiene que hacer es aprenderse un papel, e interpretar el guión, ya lo hacía bien en la escuela, donde presentó varias obras de teatro. Un esfuerzo, alguna cirugia y él y su familia tendrían la vida resuelta.
Los herederos del régimen no pueden estar más contentos, las cosas van viento en popa, unos videos en yuo tube, la promesa de que volverá, de que se está reponiendo, la perspectiva de contar con un doble que haga apariciones de vez en cuando, mientras el pueblo se acostumbra a los nuevos gobernantes, abre al menos una posibilidad para continuar con lo que el hombre fuerte comenzó.
Los gobiernos latinoamericanos que viven del parasitismo de la economía del país en cuestión no dudarán en refrendar el fraude, con tal y sigan recibiendo prebendas.
La oposición venezolana no quiere problemas, prefiere mermar a la sombra de un fraude, que tener que dirigir un levantamiento popular que seguro significará un mar de sangre.
El ejercito, corrompido y narcotraficante, no se meterá si no se meten con ellos y sus negocios.
En fin todos salen ganando menos la verdad y ése pobre cuerpo moribundo lleno de tubos que con un poco de suerte, sus huesos acabarán en uns tumba anónima, hasta que la copia sea prescindible, y entonces será cuando seran trasladados con toda la pompa al panteón nacional. Para lo cual habrá que esperar algunos lustros.
Entonces me desperté nuevamente, curioso este mundo de los sueños sin sentido.
Sueño Moribundo parte II
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