Empezaré por escribir que estoy preocupado, por varias cosas, un buen día decidí emigrar, un poco como escribí en un poema, buscando dónde encajar, pues en la sociedad que me había parido, empecé a ser como «un bicho raro», a diferencia de muchos otros emigrantes, mis motivos no eran económicos, tenían que ver más con una búsqueda, un enfrentamiento entre principios, básicos, un poco intentar vivir en un país desarrollado con el fin de establecer, si lo que yo pensaba se trataba de un problema de una sociedad en partícular.
Mi primera desilusión fue darme cuenta que detrás de tanto orden y seguridad, se solapa tenuemente la misma naturaleza humana, surgen dudas, si en esencia todo somos lo mismo, ¿Cómo es posible tanta diferencia en calidad de vida?.
Me dije son sociedades que han pasado por muchas tragedias y han aprendido de ellas, además el bagaje cultural europeo, pesa a la hora de tomar grandes decisiones, las políticas, no se puede pasar por alto las luchas sindicales, y la evolución de los gobiernos para garantizar el estado de bienestar europeo, eso me decía, mientras me paseaba por la historia de Salamanca primero y de Barcelona después.
Sin embargo de repente empiezo a notar signos de alerta, empiezo a oír discursos políticos muy similares a los que se escuchaban en mi país hace 3 ó 4 lustros, no no es así me decía, de repente, despertamos de la burbuja inmobiliaria, donde medio país, especulaba con el otro medio país, en una bacanal en que se encontraba, la población general, los gobiernos y los banqueros, donde todos ganaban y no hacía falta esfuerzo, no hacía falta estudiar ni formarse, y ni siquiera era necesario esforzarse. Suena muy parecido a la historia que vivimos en Venezuela, en relación a la Bonanza petrolera.
Empiezo a escuchar escándalos políticos que se siguen unos a los otros con total impunidad, los Juicios a los supuestos implicados, con resultados de «no culpabilidad», a pesar de pruebas evidentes, comienzo a ver jueces, admirados por su probidad, ante otros jueces donde los imputan de tecnicismos legales, mientras los supuestos implicados en tramas de delito, campean impunes, esperando que el juez que llevaba su caso sea condenado.
Hasta en el futbol, se comienza a ver esta impunidad, cuando un jugador de manera evidente intenta lesionar a otro y sale exculpado, por que la víctima no tuvo ninguna lesión a lamentar.
Las similitudes con lo que viví en mi país de nacimiento hace 15 ó 20 años, son muchas y frecuentes, hablo de una preocupante inversión de valores en la sociedad, cuando deja de importar el cómo se logran las cosas, cuando el esfuerzo es menospreciado y la picardía alabada, cuando comienza a importar más tener dinero sin importar cómo se obtiene, cuando vendemos nuestras ideas o convicciones, en aras de un bienestar determinado, cuando prostituimos nuestros principios como sociedad, en aras del oropel vacuo y los elefantes blancos de infraestructuras insostenibles e innecesarias. Cuando la salud y la educación se doblegan ante las políticas económicas del FMI, que en todo el planeta han sembrado miseria y desigualdad.
Cuando éstas políticas comienzan a aplicarse implacables, creando ignorancia y causando morbilidad y mortalidad como ya lo han hecho por todo el planeta.
Entonces surgen motivos para preocuparse.
Afortunadamente, España se encuentra dentro de la Influencia de Bruselas, sin embargo pareciera que su mismo corazón estuviese implantado esta especie de monstruo económico que toma medidas para que se genere más miseria y se les dé a las personas llanas algo como lo que dice Mel Gibson en la Película USA TODAY, «Tratamiento de champiñones» , o sea que al pueblo se le mantenga en la oscuridad (Metafora para ignorancia) y se les alimente de M…(metáfora para pseudoideologias como el racismo y la xenofobia). De ésa manera se mantienen los grandes en el poder.
Suena cínico, espero que sea sólo que lo vivido me ha vuelto un poco paranoico, un poco en broma suelo comentar , que pensaba que había venido a vivir a un país más evolucionado y resulta que el evolucionado era el mío, pues esto que estamos empezando a vivir se parece demasiado a lo que viví hace 20 años. Es una especie de DEJA VU.

No se tal vez sean divagaciones de un indignado.
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