Un objetivo no declarado, al iniciar esta aventura de escribir era intentar no repetirme, sobre todo cuando se hacen críticas, ya que entonces parecerían lamentos, y quien se lamenta culpa a los demás y , mientras los demás sean los culpables, entonces siempre sería una víctima, y me niego a serlo.
Pero ¿No todas las víctimas lo hacen?.
¿Será que a veces es inevitable serlo, en una vida dónde siempre hay problemas, muchas veces generados por los demás?
Según alguna linea filosófica de vida, somos nosotros mismos los responsables de lo que nos sucede, o de lo que hacemos con las vicisitudes de la vida. Tengo la impresión de que siempre nos enfrentamos a las cosas que no resolvemos del todo.
Si algo he aprendido con tanto viaje es que la naturaleza humana es la misma, independientemente de la raza, política y religión, son máscaras que nos colocamos para afianzar creencias superficiales. Hasta he llegado a pensar cínicamente, que esa imagen que se tiene del norte del planeta hegemónico, de su organización y mejor sistema de vida social, no es más que la decisión de trasnacionales, que dominan la economía planetaria, de beneficiar a unas zonas sobre otras.
Y que la paradoja de un planeta de recursos finitos, con un sistema económico que funciona como si fuesen infinitos, está produciéndose de forma tan evidente, que hoy afecta el estado de bienestar, conseguido luego de siglos de luchas sociales y guerras, aún en éstos países que siempre han sido privilegiados. (Buscar cita en otra entrada de éste blog).
Vivimos la decadencia de una civilización, no lo digo yo, lo vienen diciendo desde hace algún lustro gente más sabia y lista que yo, mientras antes aceptemos la realidad mejor, puesto que ello nos permitirá actuar en consecuencia, no podemos vivir como si la actual crisis mundial fuese una crisis pasajera, los políticos no deberían tomar decisiones, siguiendo los consejos de organismos internacionales, que han llevado a la quiebra a gran parte del tercer mundo en beneficio de unos pocos y basándose en paradigmas económicos, que no funcionan ni han funcionado, cuando existían más recursos, ni funcionarán ahora que se están agotando.
No es un mensaje pesimista, es un mensaje realista, la sociedad debe cambiar y los políticos deberían, adaptarse, si no el cambio será violento, las respuestas ya están allí y las grandes fortunas ya lo van entendiendo cuando tímidamente piden pagar mas impuestos. Son signos de cambio y tal vez estemos lo suficientemente evolucionados socialmente, para hacer que las decisiones que tengamos que tomar como sociedades, que forzosamente habrá de tomarlas, se hagan por medios institucionales, y no mediante la violencia generada por el hambre, que es lo que finalmente ha originado todas las revoluciones de nuestra historia.
Deja un comentario